La canasta básica alimentaria tucumana subió por encima de la inflación

Las pizarras de las carnicerías fueron la “vedette” de febrero, con una remarcación periódica de los precios de los principales cortes. Así, por ejemplo, la carne molida (picada) se reajustó un 32,74% sólo en el segundo mes del año, mientra que el duro (carnaza común) lo hizo en un 32%. Si tuvo que preparar milanesas, seguramente el kilo de nalga lo encontró un 29,46% más caro que en enero, pero si por allí tuvo la “osadía” de hacer un asado, el precio se incrementó un 28,68%. Este producto, esencial en la vida cotidiana de las familias argentinas, ha motivado que la la Canasta Básica Alimentaria (CBA) subiera en Tucumán un 11,17%, tres puntos por encima de la inflación de febrero. 

Por esa razón, una familia tipo de la provincia tuvo que destinar $ 74.741 mensuales sólo para alimentarse. En el primer bimestre, la variación de precios de esos alimentos ha sido del 22%, pero en la comparación interanual, respecto de febrero de 2022, el reajuste ha rozado el 118%, de acuerdo con los datos difundidos por la Dirección de Estadística de la Provincia. La CBA marca el límite de ingresos necesarios para que una familia tipo no caiga en la indigencia. Si se toma en cuenta el gasto para poder dar de comer a ese grupo, el cálculo daría $ 2.670 por día, contemplando los requerimientos mínimos para la alimentación.

El organismo provincial, a su vez, calculó en $ 153.966,88 el costo de la Canasta Básica Total (CBA) que, además de los alimentos, toma en cuenta los gastos mínimos que una familia tipo requiere mensualmente para poder subsistir. Esa canasta, que está casi $ 10.000 por encima de lo estimado en enero, se ha incrementado un 7,5%, medio punto por debajo de la inflación del período. La CBT se toma en cuenta como el límite de ingresos para que una familia tipo no sea considerada pobre.