17 Marzo 2023
PARÍS, Francia.- En un movimiento muy criticada, el presidente francés Emmanuel Macron decidió aprobar por decreto la controvertida reforma previsional que eleva la edad jubilatoria de los 62 a los 64.
Lo hizo después de que el proyecto fuera avalado en el Senado, aunque le faltaba obtener la aprobación de la Cámara de Diputados. En esta instancia necesitaba el apoyo de opositores para sacar adelante la iniciativa.
La encargada de dar el paso fue la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, que utilizó un procedimiento especial para hacer pasar el impopular proyecto de ley de pensiones a través de la Asamblea Nacional sin votación, en medio de gritos de legisladores de izquierda que levantaban pancartas contra la reforma.
La iniciativa, utilizando el llamado artículo 49:3 de la Constitución, garantizará que se adopte el proyecto de ley que eleva la edad de jubilación en dos años a 64 después de semanas de protestas y agitados debates.
El método utilizado muestra que Macron no logra una mayoría suficiente en el congreso, en un golpe al presidente centrista y su capacidad para obtener el apoyo de otros partidos para realizar más reformas.
Borne fue recibida con abucheos cuando llegó a la Asamblea Nacional, la Cámara baja del Parlamento, para anunciar el procedimiento especial, ayer.
La sesión se suspendió durante dos minutos después de que los legisladores de izquierda que cantaban el himno nacional impidieran que Borne hablara. Algunos portaban pancartas que decían “No a los 64 años”.
Cuando se reanudó la sesión, Borne tomó la palabra, pero su discurso fue ahogado por abucheos y cánticos de los miembros de la oposición y gritos que pedían la renuncia del gobierno, en un extraño despliegue de caos en el Parlamento francés.
“No podemos apostar por el futuro de nuestras pensiones, esta reforma es necesaria”, dijo Borne a los legisladores, para explicar por qué estaba usando el procedimiento 49:3. Macron y su gobierno dicen que es necesario aumentar la edad de jubilación para sacar el sistema de pensiones de los números deficitarios para fines de la década.
La líder de extrema derecha Marine Le Pen afirmó que Borne debería renunciar. “Recurrir de última hora al 49:3 es una extraordinaria señal de debilidad”, dijo. “Debe irse”, agregó.
El Senado dio luz verde al proyecto de ley ayer por la mañana, como se esperaba, gracias al apoyo de los senadores del partido conservador Les Republicains (LR). Pero la votación de la tarde en la Asamblea Nacional era n asunto diferente. Allí, los legisladores de LR estaban divididos sobre la cuestión.
En una reunión celebrada en el Palacio Elíseo, Macron comunicó a Borne y altos cargos de su partido que quería una votación.
“Pero considero que los riesgos financieros y económicos (de que el proyecto de ley sea rechazado) son demasiado grandes”, aseguró, agregando que por eso respaldó la medida de saltarse la votación.
Furia sindical
Es probable que recurrir a la medida enfurezca aún más a los sindicatos, los manifestantes y los partidos de oposición de izquierda que aseguran que la reforma de las pensiones y jubilaciones es injusta e innecesaria. “Este gobierno no es digno de nuestra Quinta República, de la democracia francesa”, dijo Fabien Roussel, jefe del Partido Comunista francés.
El líder del Partido Socialista, Olivier Faure, dijo que la medida podría desatar “una ira incontrolable” después de semanas de huelgas y protestas.
“Al recurrir al 49:3, el Gobierno demuestra que no tiene una mayoría para aprobar el aplazamiento de dos años de la edad legal de jubilación”, dijo en Twitter Laurent Berger, líder de la CFDT, el principal sindicato de Francia, instando a las autoridades a “escuchar a los trabajadores”. (Reuters)
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