16 Diciembre 2004
PARIS.- Una extraña lluvia de excrementos detectada en el pueblecito francés de Maugui, cerca de Montepellier (sureste de Francia), provocó la apertura de una investigación para determinar su origen y ponerle fin.
Hasta ayer, la policía francesa creía que el fenómeno se produjo porque la zona se sitúa justo debajo del lugar en que los aviones arrojan sus desechos, lo que se verificó a través de los puntos localizados que dan cuenta las compañías.
La Policía especificó que los excrementos, que no se sabe si son de origen humano o animal, no procederían de grandes aviones que poseen de un sistema especial de limpieza de sus baños, y que evita la expulsión de su contenido. "Estos excrementos podrían proceder de otros aviones y se trataría de una falta de civismo", afirmaron las mismas fuentes.
Cansados de lavar
El asunto salió a la luz gracias a la denuncia de un concesionario de automóviles de la localidad, cansado de limpiar sus vehículos diariamente y desde hace años de pequeñas manchitas marrones. La empresa encargó a un laboratorio el análisis de estas partículas y entonces descubrió que se trataba de heces de mamífero, lo cual impulsó al concesionario a presentar una denuncia.
La Policía tampoco ha descartado un acto vandálico o incluso una broma de mal gusto.
Lo cierto es que hasta ahora es un misterio, y no sólo causa preocupación a las víctimas, sino que daña la imagen de las compañías. (Dpa-Especial)
Hasta ayer, la policía francesa creía que el fenómeno se produjo porque la zona se sitúa justo debajo del lugar en que los aviones arrojan sus desechos, lo que se verificó a través de los puntos localizados que dan cuenta las compañías.
La Policía especificó que los excrementos, que no se sabe si son de origen humano o animal, no procederían de grandes aviones que poseen de un sistema especial de limpieza de sus baños, y que evita la expulsión de su contenido. "Estos excrementos podrían proceder de otros aviones y se trataría de una falta de civismo", afirmaron las mismas fuentes.
Cansados de lavar
El asunto salió a la luz gracias a la denuncia de un concesionario de automóviles de la localidad, cansado de limpiar sus vehículos diariamente y desde hace años de pequeñas manchitas marrones. La empresa encargó a un laboratorio el análisis de estas partículas y entonces descubrió que se trataba de heces de mamífero, lo cual impulsó al concesionario a presentar una denuncia.
La Policía tampoco ha descartado un acto vandálico o incluso una broma de mal gusto.
Lo cierto es que hasta ahora es un misterio, y no sólo causa preocupación a las víctimas, sino que daña la imagen de las compañías. (Dpa-Especial)
Lo más popular
