Así, tan pequeño como lo vemos, el mosquito es uno de los animales más letales del planeta. Transmite enfermedades que afectan a millones de personas, y para muchos de esos males no existen ni vacunas ni tratamientos. El control de las poblaciones de insectos es la principal arma que tenemos para luchar contra los vectores de patologías como el dengue, zika y la fiebre chikungunya.
Precisamente para los tucumanos, el dengue se ha convertido en una de las principales amenazas para la salud. En lo que va del año ya se registraron más de 1.700 casos y cada semana se duplican los contagios. Por el momento, las medidas de prevención requieren de acciones colectivas que apuntan a la población, como evitar la acumulación de agua estancada en los espacios abiertos de la casa, utilizar repelente y mosquiteros. También se hacen tareas de fumigación. Pero todo parece insuficiente para frenar esta enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti.
¿Cuál será la próxima batalla?, es lo que se preguntan los expertos. En nuestro país se están empezando a probar otros recursos. Por ejemplo, hay un trabajo que avanza en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) para la crianza de Aedes machos estériles a fin de evitar que el mosquito se reproduzca y así reducir la población de estos insectos.
Los investigadores trabajan en la aplicación de la Técnica del Insecto Estéril (TIE). ¿De qué se trata?, le consultamos a la bióloga Mariana Malter Terrada, jefa del departamento de Aplicaciones Agropecuarias de la CNEA.
En pocas palabras, el experimento consiste en criar mosquitos (a partir de una de cepa de Aedes) en un laboratorio de manera masiva. Se separan los machos de las hembras y se esteriliza a los machos con radiación gamma. Luego, se los libera en el campo para que compitan con sus para silvestres y puedan aparearse con las hembras de su especie. Los mosquitos estériles no dejan descendencia y así se lograría un impacto en la cantidad de mosquitos. Con cada liberación de insectos estériles, se calcula que se reduce un 10% la población de los mosquitos salvajes aproximadamente.
Terrada señala que esta técnica del insecto estéril no es nueva. Se la usa desde hace tres décadas para controlar plagas agropecuarias. Específicamente, se aplica para combatir la mosca de los frutos y ha dado muy buenos resultados. A partir de esa experiencia es que buscaron aplicar lo mismo al mosquito que transmite el dengue.
Esterilización
Los trabajos con Aedes aegypti comenzaron en 2016 y se desarrollan en la Planta de Irradiación Semi Industrial (PISI) del Centro Atómico Ezeiza. Los mosquitos machos criados en laboratorio son esterilizados con radiación gamma cuando se encuentran en estado de pupa madura (justo antes de convertirse en adultos). “La irradiación tiene que realizarse en un momento concreto. Se estudió, además, cuál es la dosis de irradiación que no afecta su vuelo y su capacidad de sobrevida”, precisó.
En el marco de un ensayo ya hicieron una liberación de Aedes en Ezeiza. Después de criar los mosquitos y esterilizarlos, los marcaron con un polvo fluorescente, se los liberó y se los volvió a capturar. Este ensayo les permitió saber cuál es la capacidad de vuelo de estos insectos y su supervivencia en el campo.
Los primeros resultados indican que las cualidades de los Aedes esterilizados son similares a las de los machos salvajes. O sea, que se pueden comportar igual que los mosquitos salvajes en el campo.
Si todo sale bien, se podrían comenzar a hacer liberaciones piloto a fin de año. Primero, según destacó, se tendrían que hacer en un sitio pequeño y después se va escalando, mientras se realiza un monitoreo semanal para ver cómo funciona, comentó la especialista.
¿Se podría utilizar esta técnica en distintas partes del país; por ejemplo, en Tucumán? le preguntamos. “Sí, siempre y cuando se haya monitoreado y estudiado bien el sitio donde se van a liberar los insectos esterilizados”, respondió. Los ensayos en cada espacio permiten establecer, por ejemplo, la cantidad correcta de mosquitos estériles a liberar.
A partir de este avance, ¿cree que en algún momento podríamos pensar en zonas libres de mosquitos Aedes aegypti?, le consultamos. “No sería descabellado pensar algo así”, respondió. Pero todavía falta. Igualmente Terrada aclaró que no es un herramienta útil en el momento en que hay un brote de la enfermedad. Y precisó que la técnica de la esterilización no reemplaza otras medidas fundamentales de prevención, sino que acompaña y forma parte e un plan integral de lucha contra el mosquito. Sigue siendo indispensable - remarcó- que toda la sociedad descarte los recientes en desuso que puedan acumular agua. “Este método es un aporte más. No es algo mágico”, indicó.
También es importante que los pacientes consulten rápido al médico cuando se detecten síntomas como fiebre, náuseas, vómitos, sarpullido y dolores (dolor en los ojos, generalmente detrás de los ojos, dolor muscular, dolor en las articulaciones o dolor en los huesos).
A favor y en contra
La técnica de esterilización de mosquitos ya se utilizó en otras partes del mundo. Por ejemplo, en Brasil. Entre las cosas a favor que tiene esta técnica, es que también se puede disminuir utilización de insecticidas, que son dañinos para el medio ambiente.
Giselle Rodríguez, investigadora del Instituto Superior de Entomología del Instituto Lillo, considera que la esterilización es una herramienta de control más. “En mí opinión, solo debería ser utilizada como medida de último recurso y habiendo estudiado muy bien si no existen otras soluciones y los factores naturales de los lugares donde pretenden aplicarlo”, expresó.
“Esta técnica se opone en cierta medida a las herramientas de prevención actuales. Es como cambiar el mensaje a la comunidad y decirle que se relajen en cuanto a controlar los criaderos (recipientes con agua). La esterilización es una técnica que requiere muchos recursos ya que debe ser sostenida en el tiempo. Y en algunos trabajos se menciona el fracaso de esta metodología luego de su retiro en una zona”, remarcó, aunque admitió que es bueno contar con una herramienta más en la lucha contra el mosquito. “La mejor prevención sigue estando en casa y por eso la educación de la comunidad es más necesaria que nunca”, concluyó.