Romina vivió una emotiva noche en Gran Hermano. Se reencontró con sus tres hijas después de cinco meses de aislamiento. Sus compañeros no pudieron conocerla pero la abrazaron antes de que ingrese el zoom a ver a Mía, Nina y Felicitas.
Mientras disfrutaba del encuentro con las pequeñas, Romina le pidió a Gran Hermano buscar a Caramelo, uno de los dos perritos que entraron a la casa, para mostrarselos. La producción accedió y las niñas conocieron al animalito.
Caramelo y Mora, las mascotas de Gran Hermano, ingresaron a la casa hace poco más de un mes. Romina se adueñó de Caramelo, el perrito de color canela, y dijo que lo adoptará para sus hijas. Nadie se opuso a su medida. Marcos, por su parte, pidió llevarse a Mora cuando termine el juego.
Las tenencias de los perritos ya están repartidas. Sin embargo, en las últimas horas Romina dejó entrever su intención de quedarse con los dos.
La exdiputada intentó convencer a lo televidentes de su idea diciendo que no era buena idea separar a los hermanitos, y que lo adecuado sería que la mascota también se fuera con ella a Moreno para jugar con las nenas.
Gran Hermano: el emotivo reencuentro de Romina con sus hijas
Llego el día más esperado por Romina Uhrig. Tras cinco meses de aislamiento, la exdiputada se reencontró con sus hijas Mía, Nina y Felicitas y emocionó a la audiencia de cara a la gran final de Gran Hermano.
La más emocionada de las tres fue la mayor, Mía. Entre lágrimas, la adolescente le dijo que la extrañaba mucho, y luego compartió algunas de sus anécdotas mientras su madre estuvo ausente, como su fiesta de egresados.