EEUU enfrenta el segundo mayor quiebre bancario de su historia
Silicon Valley Bank era uno de los 20 bancos más importantes de Estados Unidos. Pero una combinación de factores afectaron la capitalización bursátil. Esto empezó a divisarse desde 2022, tras el relajamiento de las medidas impuestas por la pandemia de coronavirus
Una entidad que financiaba startups tecnológicas: En 2018, el ex presidente Trump impulsó un proyecto que distendía la regulación sobre bancos pequeños
La caída del Silicon Valley Bank (SVB), producida el viernes, recordó la quiebra del Washington Mutual, y crisis financiera mundial de 2008. De hecho, SVB se convirtió en el segundo banco más grande en quebrar en la historia de Estados Unidos, tras aquella situación de tres lustros atrás. La implosión de Washington Mutual, y de los bancos de inversión Lehman Brothers y Bear Stearns, había generado la quiebra de todo el sistema: entre 2008 y 2015 quebraron más de 500 bancos asegurados por el Gobierno federal. La mayoría de estos eran bancos regionales pequeños o medianos, que finalmente fueron absorbidos por otras instituciones. Washington Mutual, que estaba muy involucrado en hipotecas de riesgo y que terminó siendo el mayor banco en quiebra de la historia de EEUU, fue vendido a JP Morgan Chase. Durante los últimos años quebraron menos bancos, merced, en parte, de una normativa más estricta que se puso en marcha a raíz de la crisis financiera. Antes del SVB, la quiebra de la última firma se había dado a fines de 2020, cuando la pandemia de coronavirus asolaba el país y el globo.
Por el momento no puede afirmarse que la caída del SVB generará una ola expansiva que afecte la industria en general. El banco era conocido por sus préstamos a startups (empresas jóvenes, usualmente fundadas por emprendedores) tecnológicas, y a fines del año pasado poseía U$S 209.000 millones en activos. Esto lo que lo convertía en el 16º banco más grande de EEUU. Pero podía considerarse pequeño en relación a las tres primeras entidades financieras de ese país, que poseen más de U$S 1 billón cada una, y tienen modelos de negocio y bases de clientes más diversificados.
La regulación que se estableció para los mayores bancos del país tras la crisis financiera incluye estrictos requisitos de capital, lo que significa que deben tener una cierta cantidad de reservas para momentos de crisis, así como estipulaciones sobre lo diversificados que deben estar sus negocios. Pero SVB, debido a su tamaño, no tiene la misma supervisión regulatoria. En 2018, el entonces presidente Donald Trump había firmado un proyecto de ley que disminuía el escrutinio para muchos bancos regionales. El director ejecutivo de SVB, Greg Becker, fue un firme defensor de la medida. Entre otros, cambió los requisitos para la cantidad de efectivo que estos bancos debían mantener para protegerse contra los golpes.
Cinco causas que explican el crack de Silicon Valley Bank: La entidad financiera tenía entre sus clientes a Google, Tesla, Facebook, Apple, Microsoft y Netflix, entre otras
La quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) encendió una alarma inusitada en el sistema financiero internacional. Sobre todo, puertas adentro de Estados Unidos. El viernes, el SVB puso punto final a sus cuatro décadas de vida.
Los reguladores designaron a la Federal Deposit Insurance Corporation como el administrador judicial de la entidad financiera. Fundado en 1983, SVB era conocida porque tenía grandes firmas de tecnología entre sus clientes: Google, Tesla, Facebook, Apple, Microsoft, Netflix, entre otras. ¿Qué pasó? Cinco causas explican el colapso de la entidad que figuraba dentro de los 20 bancos más importantes de EEUU.
• Se contrae la demanda por financiación. El enfriamiento del mercado de la financiación es consecuencia del incesante aumento de los costos de los préstamos por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos durante el último año, así como de la elevada inflación.
• Aversión al riesgo inversor. Los inversores en capital riesgo también se muestran más reticentes a firmar grandes cheques, debido a la caída del mercado bursátil, en particular de las acciones de firmas tecnológicas de alto vuelo.
• Falta de liquidez. Silicon Valley Bank se estaba encontrando con dificultades a raíz del consumo de su efectivo debido a la disminución de los depósitos de startups -aquellas empresas de reciente creación, fundadas por un emprendedor o por varios- que se enfrentan a una sequía de financiación de capital riesgo.
• Temores debido a la venta masiva de acciones. El banco se vio obligado a realizar una venta forzosa de títulos el miércoles 8 del mes en curso, por un valor de U$S 21.000 millones. Esto supuso unas pérdidas de U$S 1.800 millones, y se tradujo en una caída del 60% de sus acciones en Wall Street, nada menos.
• Efecto “cascada” sobre el sector bancario. First Republic, con sede en San Francisco, se desplomó un 16,5%, después de haber tocado su nivel más bajo desde octubre de 2020. First Republic y SVB fueron los valores que más se redujeron porcentualmente del S&P 500 en la sesión del jueves, mientras que la pérdida de JP Morgan pesó más que cualquier otra acción en la caída de un 1,9% del S&P 500.
El colapso de SVB agitó la jornada en Wall Street: Las acciones de bancos y de entidades financieras cayeron, debido al temor de que se genere un efecto dominó
Los miedos sobre la posibilidad de que la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) genere un efecto dominó sobre otras entidades financieras causó ayer la caída de acciones de los bancos. Pero muchos otros valores subieron, empujados por la esperanza de que la sangría obligue a la Reserva Federal (FED) a suavizar las subidas de los tipos de interés que están sacudiendo Wall Street y la economía.
El S&P 500 perdió un 0,2%, luego de haberse recuperado de una caída inicial de un 1,4%. El Promedio Industrial Dow Jones cayó un 0,3%, mientras que el Nasdaq compuesto subió un 0,5%.
Las caídas más pronunciadas procedían de bancos y de entidades financieras. A los inversores les preocupa que la incesante subida de los tipos de interés, destinada a controlar la inflación, se esté acercando a un punto de inflexión y pueda estar resquebrajando el sistema bancario. El Gobierno de Estados Unidos anunció el domingo un plan destinado a apuntalar el sector bancario, tras las quiebras de SVB y de Signature Bank, el viernes.
La mayor presión recae sobre los bancos regionales, un par de escalones por debajo en tamaño de los enormes bancos. Las acciones de First Republic Bank cayeron el 50,8%, incluso luego de que el banco dijera que había reforzado sus finanzas con efectivo de la FED y de JP Morgan Chase. Los grandes bancos, a los que los reguladores sometieron repetidamente a pruebas de estrés tras la crisis financiera de 2008, no cayeron tanto: JP Morgan Chase, un 0,9%, y Bank of America, un 3,9%.
El mercado en general pasó de las pérdidas a las ganancias a medida de que aumentaban las expectativas de que todo el furor significará que la FED no volverá a acelerar sus subidas de tipos, como había estado amenazando con hacer. Esta medida daría un respiro a la economía y al sistema bancario, pero también daría más oxígeno a la inflación. Algunos inversores piden que la FED recorte pronto los tipos de interés para frenar la hemorragia. No obstante, la expectativa más generalizada es que la FED probablemente hará una pausa o al menos se abstendrá de acelerar sus subidas de tipos en su próxima reunión a finales de este mes.
Esto supondría un cambio radical respecto de las expectativas de una semana atrás, cuando muchos operadores preveían que la FED subiría a fin de mes su tipo de interés a un día en 0,5%.