Tiene la costumbre de no mostrar las cartas hasta minutos antes de la hora de la verdad. Sin embargo, a dos días del partido contra San Telmo Iván Delfino avisa que una vez más -como sucedió en cada juego desde que arrancó la temporada- no repetirá el equipo.
Mitad por “obligación” y en parte tratando de encontrar la formación que lo termine de convencer, el entrenador volverá a mover las fichas. Claudio Pombo cumplió la fecha de suspensión y es casi un hecho que volvería a jugar de movida. Pero Delfino sigue estudiando cómo armará el equipo del medio hacia adelante.
“Por ahí uno tiene una idea en la cabeza y trata de amoldar a los jugadores a ese pensamiento. Pero a veces los futbolistas tienen una impronta o un ímpetu que te llevan a acomodarte a ellos. Hay que ser inteligente y decidir bien para que todos puedan rendir de la mejor manera en lo grupal”, dice el DT, pidiendo que los resultados acompañen mientras el equipo encuentra su mejor versión. “Ojalá podamos ir agarrando rodaje con los resultados a favor. Este es un camino muy largo; yo no estoy ni nervioso ni desesperado”, agrega.
Más allá de que mantiene la calma, Delfino no come vidrio. Por su experiencia y sus años en el fútbol tiene muy en claro que a este San Martín le falta bastante. En los últimos dos partidos el equipo casi no mostró juego asociado y las chances de peligro que generó fueron gracias a lanzamientos largos o alguna desatención de la defensa rival. “Por momentos abusamos del pelotazo”, había dicho en la conferencia pos Temperley. Y ese fue el principal punto en el que hizo hincapié durante la semana.
Con el 4-4-2 que viene poniendo en cancha, al “santo” le falta conexión entre el medio campo y el ataque. Matías Pardo y Brian Andrada no vienen aportando desequilibrio y ahí los puntas quedan demasiado aislados.
Por eso, para el duelo contra el “candombero” Delfino probó otros sistemas. El 4-2-3-1 podría llegar a ser una posibilidad, sobre todo para intentar ganar la espalda del medio campo rival y así rodear más y mejor al único delantero. “Podemos llegar a cambiar. Una de las potestades que tiene el entrenador es tratar de buscar la mejor formación para que los jugadores se sientan lo más cómodos posible. Vamos a ver; lo definiremos en los próximos entrenamientos”, avisa.
En el arco y en la defensa no parecen haber dudas (repetirían los que jugaron contra el “gasolero”). Con Federico Bravo y Pombo en el medio casi asegurados, las dudas comienzan de ahí hacia arriba.
Pardo, Andrada, Juan Imbert, Gervasio Núñez, Emanuel Dening, Mauro Verón y hasta, quizás, Matías Quiroga, aparecen con chances de jugar de movida en la Isla Maciel. Claro, todo depende de qué esquema decida poner en cancha el entrenador.
Pero teniendo en cuenta que quiere agarrar rodaje y encontrar el mejor funcionamiento, Delfino podría llegar a dejar de lado el 4-4-2. “Si queremos ser un equipo protagonista necesitamos juego y convicción”, sentencia el DT, subrayando que así sea -lo anhela- a partir de esta fecha.