“En 50 campañas de granos que llevo trabajando no recuerdo un febrero de estas características”

“En 50 campañas de granos que llevo trabajando no recuerdo un febrero de estas características”

El asesor técnico Oscar Ricci admitió que las lluvias caídas en los últimos días frenará un poco la caída en los rendimientos. Pero destacó que, en muchos casos, los cultivos ya estaban jugados y el agua llegó demasiado tarde.

CIFRAS ESTIMADAS. El asesor Oscar Ricci consideró prematuro hablar de pérdidas en rindes, pero adelantó que en soja y en maíz ya se admite un 40%. gentileza oscar ricci CIFRAS ESTIMADAS. El asesor Oscar Ricci consideró prematuro hablar de pérdidas en rindes, pero adelantó que en soja y en maíz ya se admite un 40%. gentileza oscar ricci
11 Marzo 2023

La actual campaña de granos, y todas las actividades productivas están transitando el tercer año del fenómeno climático “Niña” que complicó el tiempo en general y que sigue complicando, pese a los pronósticos que decían que a principios del año finalizaba y que las lluvias al menos se regularizaban. Tal cosa no sucedió.

“En general estamos en un período largo, en el cual las lluvias son inferiores a lo normal. A mi juicio, este año ‘Niña’ es el peor de todos para la región, porque se conjugaron dos elementos críticos: la falta de lluvias -con registros inferiores a lo normal- y valores térmicos altos, que afectaron los cultivos de soja, maíz y poroto”, señaló el asesor técnico Oscar Ricci, profesional de destacada trayectoria en la producción de granos de Tucumán y del NOA.

“Todo esto es válido para nuestra provincia en los diferentes departamentos del este y norte de la provincia, sobre todo si tomamos el período de lluvias, que abarca desde octubre hasta febrero, sin contar la lluvia del 7 de marzo. Hubo lluvias inferiores a lo normal, sobre todo en los primeros tres meses. Las precipitaciones no alcanzaron para hacer un perfil húmedo, más aun si venís de un cultivo de invierno o servicio”, precisó. Añadió que a todo esto se suma que enero y febrero fueron, de manera más marcada, meses con valores aun más bajos a los promedios. “Algo curioso, pero a la vez lamentable, es que hay un registro de febrero, por ejemplo una zona que va desde Piedrabuena a Garmendia, sobre la ruta 34 vieja, que muestra que este mes dejó solo un aporte de 20 mm de lluvia, lo que es tremendo, ya que en febrero en general los aportes de las lluvias siempre fueron importantes”, dijo.

“En 50 campañas de granos que llevo trabajando no recuerdo un febrero de estas características. En la zona sur de la provincia tampoco sobró agua, pero comparados con el norte los aportes de lluvias fueron mejores. Sí tengo registros de los tres meses -de octubre a enero-, desde la siembra hasta el desarrollo del cultivo con valores históricos que pueden estar por arriba de los 200 mm, a lo que se sumó las altas temperaturas, hace que también la situación sea complicada”, dijo Ricci.

Consideró que la última lluvia del martes pasado puede considerarse “milagrosa” para algunos productores del norte y del este de Tucumán, pero que fue menor en el sur. “En esa región la situación no eran tan crítica como en los departamentos del norte y del este, que estaban con aborto de flores avanzados y con pérdidas de vainas y, por supuesto, con pérdida del tercio inferior del área foliar. Sin dudas que esta lluvia hará una meseta en cuanto a la caída de rendimientos, pero en muchos casos los cultivos ya estaban jugados y llegaron demasiado tarde”, lamentó.

Admitió que se registraron pérdidas de rendimiento, pero dijo que resulta difícil precisarlas. “Sobre todo porque en el norte hay registros de la última lluvia desde 30 mm a 50 mm; y en Salta, Anta llegaron hasta 150 mm. Y en el sur solo hubo lluvias que van desde 2 mm a 20 mm, pero los cultivos estaban mejor. Hay que ver que pasa de ahora en más, ya que están en plena demanda hídrica”, señaló.

Destacó que la caída del rinde en soja y en maíz se frenó. “Pero ya venían con una caída que podría estar alrededor de un 40% o más, de acuerdo a cada caso en particular”, indicó.

En el caso del poroto, dijo que si bien se sembró más tarde, el cultivo viene sufriendo mucho en los aspectos hídricos y térmicos. “Hay que ver qué pasa de ahora en más. Están con final abierto, pero afectado; se ven plantas chicas para la fecha en la que estamos”, observó.

En general al no haber lluvias tempranas remarcó que se pudieron hacer algunos barbechos para controlar algo de malezas. “Como se dieron pocas lluvias, los lotes que venían de invernales o de maíz, en general, estaban limpios, aunque extremadamente arriesgados en cuanto a su perfil hídrico. Sobre todo en los lotes que venían de cultivos de invierno. Los lotes que venían de maíz se sembraron más temprano”, dijo.

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