Los chicos ya regresaron a las aulas y es normal que a algunos les cueste concentrarse más que a otros. Claro que los docentes suelen saber cómo identificar cuadros de niños con déficit de atención o cuando hay otro trastorno.
Uno de esos problemas es la dermatitis atópica, porque la picazón intensa les impide dormir de noche y los desconcentra durante el día, lo que en ocasiones les impide seguir la clase como el resto. Se trata de una enfermedad inflamatoria de la piel que no es contagiosa, pero pica mucho, lastima e infecta la piel, explicó la dermatóloga Margarita Larralde, del Hospital Alemán y consultora de la Sociedad Argentina de Dermatología.
La dermatitis atópica es una condición inmunológica, inflamatoria y crónica de la piel que genera enrojecimiento, descamación y picazón intensa
Es relevante hablar de este tema porque es una enfermedad frecuente en la infancia: el relevamiento internacional Epi-Care, del que participó Argentina, reveló recientemente que en nuestro país tiene dermatitis atópica alrededor del 10% de los niños, y entre ellos, del 28% presenta las variantes moderada y severa. Aunque es predominantemente pediátrica y de la adolescencia, un porcentaje continúa con brotes en la adultez.
En la escuela, hay potenciales desencadenantes de brotes que es necesario mencionar, sobre todo para que los compañeritos, sus padres, los docentes y las autoridades estén al tanto: por ejemplo, las temperaturas extremas pueden desencadenar cuadros de dermatitis atópica. Ahora estamos en meses de calor, pero en invierno también el calefaccionamiento de los ambientes puede generar brotes, aclaró la dermatóloga y pediatra Fernanda Macario, del Hospital de Niños Víctor J. Vilela de Rosario.
Otro punto a tener en cuenta es la repercusión que genera entre los compañeros de aula. Es importante informar en el ambiente escolar que la dermatitis atópica no es contagiosa; por el contrario, quien la padece necesita de nuestro acompañamiento y empatía para poder sobrellevarla de la mejor manera posible, sin generar distancias con quienes lo rodean. Con la correcta explicación de su patología se puede lograr que esos aspectos no sean causa de bullying.
El tratamiento de la dermatitis atópica no solo se basa en emolientes o cremas humectantes. Para los casos en que no se logra un buen control con esas herramientas, existen tratamientos sistémicos, como los biológicos, que son lo más innovador en la actualidad, y que permiten obtener mejores resultados sostenidos a largo plazo y con mejor perfil de seguridad, dijo la dermatóloga María Elsa Giovo, del Hospital de Niños de Córdoba y docente de la Universidad Católica de esa provincia.