Un nuevo revés judicial sufrió el ex presidente de Perú, Pedro Castillo. Un tribunal le dictó 36 meses de prisión preventiva por una causa en la que está acusado de haber encabezado una organización criminal.
La medida fue solicitada el martes por la fiscalía y anunciada ayer por el juez supremo de Investigación Preparatoria Juan Carlos Checkley.
El dirigente de izquierda está acusado de haber dirigido una red, integrada por familiares y colaboradores políticos, dedicada a conceder contratos de obras públicas de manera irregular y a lavar activos. Por ese motivo, la fiscalía le imputa los cargos de organización criminal, colusión y tráfico de influencias.
El ex mandatario se encuentra preso desde el 7 de diciembre, cuando el Congreso lo destituyó horas después de que anunciara la disolución del parlamento y la formación de un gobierno excepcional con supresión de garantías constitucionales.
Por esa razón está acusado de rebelión y conspiración, y se le impuso prisión preventiva por 18 meses.