En Mendoza, la historia de “Camilita” se hizo muy conocida en los últimos meses. La joven, de 22 años, está acusada de ser la autora intelectual de un crimen y mientras aguardaba su condena vendía contenido erótico en OnlyFans desde la cárcel. En las últimas horas, la Justicia la condenó a 13 años de prisión.
Camila Sofía Ibarra Salazar arrastra un importante prontuario pero el hecho por el que fue juzgada es el asesinato de un balazo en la cabeza de Marcos David Figueroa, un supuesto proxeneta que dirigía un prostíbulo clandestino dentro de un complejo de departamentos de la capital mendocina en plena pandemia.
Acorralada por las pruebas en su contra, que la ubicaban como la autora intelectual del crimen, Ibarra reconoció su responsabilidad en el hecho en un juicio abreviado y acordó la pena con la fiscal de Homicidios Claudia Ríos.
Ante la confesión de la acusada, el juez Ramiro Salinas le dictó una pena 13 años y cuatro meses de cárcel, publicó el diario El Sol. La misma condena recibió también María Fernanda Albares, una de sus cómplices.
Cómo operaba "Camilita" a través de OnlyFans
Pocas horas después de haberse conocido la condena, la joven de 22 años retomó el “negocio” que tenía desde la cárcel, pese a que agentes del Servicio Penitenciario le habían quitado el teléfono celular durante una requisa.
En concreto, "Camilita" vende en línea y desde el Centro Penitenciario Cacheuta, ubicado en Luján de Cuyo, fotos y videos “de contenido súper hot", cobrando a través de una cuenta de Mercado Pago a nombre de su madre.
Una práctica que mantenía previamente al inicio del juicio en el que fue condenada, cobrando entre 2.000 y 4.000 pesos a cambio de packs de imágenes e incluso de videollamadas.