SANTIAGO, Chile.- El gobierno del presidente izquierdista Gabriel Boric sufrió esta semana un duro revés, luego de que la Cámara de Diputados rechazara avanzar en la discusión de una profunda reforma tributaria, destinada a financiar algunas de las promesas de su campaña, fundamentales para su proyecto político de hacer de Chile un país más igualitario.
Con 73 votos a favor y 71 en contra, los legisladores desestimaron la iniciativa presentada en julio pasado, que necesitaba 79 votos para continuar en trámite. El gobierno podría insistir en la iniciativa a través del Senado, donde no posee mayoría.
El ajuste impositivo total buscar recaudar hasta 3,6 puntos de Producto Interno Bruto (PIB) en régimen y contempla un royalty minero, que está en trámite separado en el Legislativo.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, lamentó el rechazo y dijo que se revaluará junto con el presidente Boric la forma para seguir adelante con la agenda del gobierno. “No estamos ahora en condiciones de definir exactamente qué pasos se van a seguir”, dijo a periodistas.
“Independiente de los pasos que sigan, de los argumentos que se den y decisiones que se tomen, creo que el hecho de que se haya votado en contra de la idea de legislar sobre una reforma tributaria y todos sus componentes, creo que es un tema de la mayor gravedad política, económica y social”, agregó.
La ley marco, que representaría 2,7 puntos del PIB, incluye ajustes por impuesto a la renta, al patrimonio, reducción de exenciones, medidas contra la evasión y elusión y mayor gasto en incentivos tributarios.
Los recursos de la recaudación están destinados a reformas en pensiones y salud, entre otros, parte de las promesas del programa de gobierno.
A un año del inicio de su gobierno, las esperanzas de Boric de un cambio profundo parecen más lejos. Ahora, tras el rechazo a la reforma, la izquierda chilena deberá buscar nuevos acuerdos con la derecha más moderada.
Luego de la contundente negativa a la primera propuesta para una nueva Constitución, en el plebiscito del 4 de septiembre pasado, el gobierno suma ahora su segunda gran derrota.
La iniciativa había recibido en septiembre pasado el visto bueno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La aprobación de la reforma podría haber significado un aumento de la PGU (Pensión Garantizada Universal), la reducción de las listas de espera en los centros de salud o la creación de un sistema de cuidados, entre otras cosas.
Un proyecto tributario nuevo podrá solamente ser presentado dentro de un año.
En una entrevista con la cadena alemana DW, Axel Callís, sociólogo y director de la agencia de investigación TuInfluyes, explica que el resultado de este miércoles es la consecuencia de “un gobierno que no tiene mayoría en ninguna de las dos cámaras. La mayoría que teóricamente había construido era muy frágil”.
Para Marta Lagos, directora de la encuestadora Latinobarómetro, se trató de un “error político del gobierno, porque sus propios diputados no estaban en la sala o se retiraron, y perdieron la elección”. Este duro revés en la Cámara Baja “produce sin duda un retroceso muy importante en la capacidad del gobierno de cumplir su programa”, agrega.
Boric repuntó levemente su popularidad en las encuestas, tras visitar las zonas afectadas por los incendios y aumentar la presencia militar en el norte para controlar la crisis migratoria.
La oposición chilena celebró el rechazo de la propuesta tras votar prácticamente en bloque contra la opción. Ayer, el ministro de Hacienda y principal impulsor de la reforma tributaria, Mario Marcel, reconoció a una radio nacional que “es evidente que el gobierno, por su propia cuenta, no puede resolver estas materias. Requiere que exista disposición de otros sectores para avanzar”.
“Hay una derecha dura que se está imponiendo en términos políticos y que niega absolutamente cualquier posibilidad de hacer reformas en Chile”, añade el sociólogo Callís. (Reuters-Especial)