Día de la Mujer: “El valor social de las mujeres se relaciona con la abnegación”
La autora Florencia Freijo editó su tercer libro, “Decididas”, que se convirtió en best seller. “No me interesa posicionarme como una teórica feminista, sino más bien, como alguien que acerca contenido y reflexiones”, dijo
Florencia Freijo se consolidó en Argentina -y en los países de habla hispana- como referente indiscutible del feminismo. Su manera de explicar, cuestionarse y reflexionar es cercana a sus seguidores. Sus videos en Instagram se reproducen hasta el infinito y generan una catarata de comentarios en redes sociales. Su último libro “Decididas” (editorial Planeta, 2023), llegó luego del éxito de “Solas, aun acompañadas” y “(Mal) educadas”. “Creo que ‘Solas’ y ‘(Mal) educadas’, fueron más de la mano respecto de lo que ya sabía y quería contar. Pero “Decididas” fue más una investigación personal de preguntas incómodas de las que aún no tenía una elaboración profunda. Embarcarme en una investigación relacionada al poder en todos sus aspectos, y por consiguiente a las mujeres, pero además romper con el desafío que genera pensar el poder por fuera de algo que puede obtenerse individualmente”, dijo sobre sus libros la autora a LA GACETA.
“Personalmente creo que están planteados como una trilogía, aunque sin un orden específico, por el crecimiento continuo y sostenido que ha tenido mi trabajo como divulgadora, en función de las preguntas e inquietudes que les surgían a mis lectoras. Pero también hubo un crecimiento personal muy importante, que fue posible gracias a que la sociedad también acompañó –un poco- estos cambios. Como digo siempre, no me interesa posicionarme como una teórica feminista, sino más bien, como alguien que acerca contenido y reflexiones, para que cada mujer entienda en qué lugar está parada”, subrayó la autora.
Desde que salió a la venta, “Decididas” se convirtió en best seller, lo que llevó a Freijo a dictar conferencias en diversos países, como España.
- En el libro se analiza la economía de las mujeres y la mala relación que tuvimos siempre con el dinero, ¿cómo fue esa historia?, ¿cómo llegamos a eso?
-Particularmente lo defino como una relación inexistente de distintos recursos: tiempo, relaciones estratégicas, puestos de poder, voz y decisión, y poder adquisitivo, que nos ha dejado afuera de la concentración y reproducción de más poder económico, ya que es una rueda. En la antigüedad, se nos restringió el derecho a la herencia, aunque con matices, en la mayoría de las culturas que han sido columna vertebral de la modernidad a posterior y de una filosofía migrante al derecho actual, dejaba a las mujeres por fuera de la concentración y administración de sus bienes. Hay un factor, la creencia antiquísima de que las mujeres éramos personas menos racionales, con menor capacidad intelectual.
El mundo del dinero, del sostenimiento material, se erigió como interdependiente del mundo de las decisiones políticas-públicas ¿Para qué quería dinero una mujer, si su mundo era dentro del hogar? Al día de hoy, cuando las mujeres reclaman alimentos para sus hijos, jueces y juezas les preguntan ¿Para qué quieren ese dinero que piden? Como si ese valor fuera para ellas. En mi trabajo hablo mucho del estigma de las vividoras o mujeres “sedientas de poder” desde una mirada negativa. También influye el poco valor social que tiene cuidar y criar o las labores domésticas. A nosotras se nos dijo que nuestro valor social estaba relacionado con la abnegación, y que si amábamos más, y sin condiciones, seríamos buenas. Al día de hoy, esta idea persiste y abona nuestro comportamiento de forma tan intensa ¡Y tantas mujeres no lo ven y lo niegan!
- ¿Por qué es tan importante la independencia económica y los acuerdos claros entre parejas?
- Voy a decirlo muy claro: Primero, porque poner condiciones hará que nuestro mundo material esté ordenado, y que dispongamos de nuestros propios recursos para no depender de ninguna estructura que podría volverse de violencia. Segundo, porque esto eleva nuestra autoestima por la capacidad de gestión y negociación. Y, tercero, esto será vital para que comencemos a valorar nuestra enorme retribución histórica al mundo productivo que ha sido cuidar/criar y que seguimos haciendo. Estos tres puntos generan relaciones de pares, de iguales ¿Vos trabajás fuera de casa?
Bueno, yo lo hago afuera y adentro, o solo adentro, pero por esto necesito una retribución ¿Por qué es amor que una mujer haga todo dentro del hogar, pero no es desamor que un varón deje que nuestro tiempo y cansancio se apodere de nuestra vida? ¿Serían capaces de amarnos los varones si no fuéramos las buenas mujeres serviciales? ¿Seríamos capaces de bancarnos como mujeres el costo de la soledad, que a veces requiere poner límites?
- Da la sensación de que a muchos varones les incomoda el feminismo. ¿Qué observás vos como divulgadora? ¿Qué te preguntan los varones?
- Creo que a los varones les incomodan las mujeres con voz y poder, por un lado, y que el feminismo históricamente estuvo mal visto a nivel social -tanto por varones como por mujeres- y ambos prejuicios convergen. Los hombres hoy tienen un desafío respecto a cómo se sensibiliza su masculinidad, su ego, y por consiguiente, su confianza personal, esto lo veo porque observo cómo se comportan cuando tienen al frente a una mujer que no es dependiente, sino que ofrece ser par.
Pero dejar solo esta apreciación sería injusto con un grueso importante de varones que se han sumado a reflexionar y abrir el diálogo. Un ejemplo: yo tenía un 5% de seguidores masculinos, y ahora tengo un 10% y cada año aumenta un poco más. Celebro eso.
- ¿Te parece que las mujeres nos estamos focalizando más que los varones en lograr la tan deseada igualdad de oportunidades?
-Por supuesto, exponencialmente más.
- ¿Cómo encarás los cuestionamientos sobre el machismo con personas mayores, de otras generaciones?
- Con pedagogía, si vienen de un lugar de ignorancia y respeto. Si se me trata con violencia, prefiero hacerme a un costado. No discuto la violencia, nunca. No la relativizo.
- ¿Cuáles son las deudas pendientes del feminismo hoy?
- No tiene deudas, tiene desafíos, producto de un mundo vertiginoso y novedoso en algunas cuestiones. Sin duda, hay un paso luego de pensar en que los derechos de las mujeres o la diversidad, llegan hasta que se conquistan puestos de poder. La estructura social es sexista, y nos pone en un lugar de desigualdad. Nos queda mucho por seguir luchando.
Para leer: recomendaciones de la autora
“Estos libros son el piso de formación, la columna vertebral, aunque no son de fácil lectura”, dijo Florencia Freijo a LA GACETA, y recomendó los siguientes libros:
- “El fin del sesgo”, de Jessica Nordell
- “El origen del patriarcado”, de Gerda Lerner
- “Caliban y la bruja”, de Silvia Federici
- “Brujas”, de Mona Chloet
- “El cáliz y la espada”, de Riane Eisler
- “El hombre prehistórico es también una mujer”, de Marylene Patou-Mathis
- “Mujeres y poder”, de Mary Beardsías.
Para pensar: reflexiones que dejó la entrevista
Preguntas que dejó la entrevista sobre el trabajo doméstico y de cuidado siempre a cargo las mujeres:
- “¿Por qué es amor que una mujer haga todo dentro del hogar, pero no es desamor que un varón deje que nuestro tiempo y cansancio se apodere de nuestras vidas?
- ¿Serían capaces de amarnos los varones si no fuéramos las buenas mujeres serviciales?
- ¿Seríamos capaces de bancarnos como mujeres el costo de la soledad, que a veces requiere poner límites?”.