El aumento de precios sigue siendo la principal preocupación de los argentinos. Las paritarias contribuyen a que los empleados registrados traten de sostener el poder adquisitivo, que viene en caída en los últimos cinco años producto de una inflación que hoy roza el 100% interanual. Pero los sectores menos protegidos por la legislación laboral, es decir los empleados no registrados y también los cuentapropistas están expuestos a una mayor caída de sus ingresos. A ello se suma la aceleración de los incrementos en el precio de los alimentos y el faltante de productos que componen el Programa Precios Justos. La inflación, en consecuencia sigue al tope de las preocupaciones de los argentinos. Una muestra de este fenómeno es el sondeo que mensualmente realizan D'Alessio IROL y Berensztein que ha revelado que nueve de cada 10 consultados creen que ese es el principal problema en la argentina. En la apertura por voto, el problema para todos es la inflación. Los votantes de Frente de todos señalan en segundo y tercer lugar: la corrupción del gobierno macrista, los ajustes que deberá hacer el gobierno para pagar al Fondo y en cuarto lugar queda la inseguridad. Mientras que, los votantes de Juntos por el Cambio destacan en segundo lugar la inseguridad y en tercer lugar Incertidumbre en la situación económica, dice el diagnóstico “Humor social y político nacional) al que accedió LA GACETA.
Sin embargo, en esa encuesta (de respuestas múltiples) han recalado sensiblemente otras dos preocupaciones: la inseguridad y la incertidumbre económica. Siete de cada 10 personas consideran a esas situaciones como las de mayor inquietud de los últimos tiempos. Más allá del protagonismo de la inflación, una medición de la Universidad Católica Argentina, contempla otras dificultades económicas. Entre ellas se pueden destacar las dificultades financieras del sector público y la inestabilidad en el mercado cambiario, señala el Índice de Incertidumbre Económica, desarrollado por el Centro de Analítica Económica y Empresarial de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCA.
La incertidumbre sobre la situación económica atraviesa a todos las franjas sociales, pero golpea con mayor fuerza los deciles más bajos de la pirámide socioeconómica argentina. En ese sector, el incremento sostenido de los precios de los alimentos es un duro golpe al bolsillo porque una familia tipo necesita no menos de $ 160.000 mensuales para cubrir ese gasto y sus necesidades mínimas. Buscando actuar como contrapeso, si bien continuarán las actualizaciones en tarifas de servicios y transporte públicos, que representan una mayor parte de la canasta de los deciles de menores ingresos, los menores aumentos anunciados para estos sectores contribuirán a morigerar la regresividad de la inflación en los primeros meses del año, señala un informe de Ecolatina.
El Gobierno necesita imperiosamente cambiarle el humor a la sociedad en un año de elecciones en el que también pone en juego su continuidad en el poder. Según D´Alessio IROL y Berensztein, la imagen del Gobierno nacional cosecha un 72% de opiniones negativas, una situación que no contribuye con los planes electorales del oficialismo.