La aparición de Julia Wendell, una joven polaca de 21 años que aseguró ser Madeleine McCann, puso de nuevo el foco en el caso de la pequeña que desapareció hace 16 años durante unas vacaciones familiares en Portugal.
La serie The disappearance of Madeleine McCann (La desaparición de Madeleine McCann), estrenada en 2019, está actualmente entre las más vistas de Netflix. Propone una polémica perspectiva este misterio que aún permanece sin resolver.
Desde que Madeleine desapareció de la habitación donde dormía junto a sus hermanos en un hotel de Portugal surgieron todo tipo de teorías acerca de su posible destino. Muchas hipótesis y muy pocas certezas se acumularon desde el 3 de mayo del 2007. Y la serie suma una más: la niña habría sido secuestrada por una red de tráfico de personas y aún estaría viva.
Con entrevistas a distintos expertos que participaron de la investigación del caso, el documental tiene ocho capítulos de una hora y apoya la teoría de Julián Peribanez, el detective privado que fue contratado por Gerry y Kate McCann, los padres de Madeleine, y el principal impulsor de que la niña no sólo aún está viva sino que se encontraría en Portugal.
También colaboró Brian Kennedy, el millonario que aportó fondos a la búsqueda inicial de la pequeña, y el polémico Gonçalo Amaral, el ex inspector de la Policía Judiciaria Portuguesa y coordinador de la investigación durante los cinco primeros meses que escribió el libro "La verdad de la mentira", en torno al caso.
Justamente la participación de Amaral provocó el rechazo de los padres de Madeleine porque él sostiene que la niña habría muerto accidentalmente en la habitación y tanto Gerry como Kate McCann se habrían encargado de hacer desaparecer el cadáver y jurado silencio eterno.
Aunque también señala que pudo haber terminado en manos de un pedófilo local que la raptó y asesinó o bien haber caído en un pozo cercano mientras buscaba a sus padres.
Caso Madeleine McCann: Julia Wendell podría ser otra niña desaparecida
Julia Wendell es la joven polaca de 21 años que creyó ser la pequeña Madeleine McCann y que revolucionó a la sociedad y la prensa internacional con sus supuestas coincidencias. Sin embargo, luego de someterse a la prueba de ADN trascendió que podría ser otra niña desaparecida.
La joven, cuya historia se viralizó por redes sociales, creía que podía ser Madeleine. Para justificarlo, posteó en su cuenta de Instagram algunas similitudes que creía tener con la pequeña y que tuvo una infancia abusiva de la que recuerda muy poco.
Según consignó el sitio The Sun, Julia se hizo una prueba de ADN para verificar su identidad, es decir, si es o no la pequeña que desapareció el 3 de mayo de 2007 en Portugal, o si es otra niña. En este sentido, un grupo de detectives online afirmó que Julia se parece más a otra niña desaparecida: Livia Schepp, una pequeña que desapareció en Suiza en 2011 con su gemela Alessia, de seis años.