ANKARA, Turquía.- Un mes después de los devastadores terremotos en el sureste de Turquía y las zonas fronterizas de Siria, la cifras de muertos, heridos, desaparecidos y personas en extrema necesidad de ayuda es escalofriante. El 6 de febrero, dos sismos de magnitud 7,7 y 7,6 derrumbaron miles de edificios residenciales en ciudades donde vivían millones de personas.
Al menos 50.000 muertos, 214.000 edificios derrumbados o en peligro de derrumbarse y, solo en Turquía, 11 ciudades grandes quedaron destruidas casi por completo.
Se calcula que 2,7 millones de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares, que quedaron destruidos o dañados hasta el punto de ser peligrosos y necesitan ayuda.
En Turquía, el desastre natural tiene, además, repercusiones políticas y sociales.
Inmediatamente después de los terremotos, el dolor de los sobrevivientes se mezcló con enojo ¿Cómo pudieron caerse tantos edificios construidos, supuestamente, a prueba de terremotos? La respuesta es negligencia del Estado y corrupción de sus agentes. En muchos casos, no se siguieron las normas de construcción, lo que agravó el desastre, según la cadena alemana DW.
Hasta el momento, las autoridades turcas investigan a un total de 957 personas, a las que se considera en parte responsables del elevado número de víctimas y de los cuantiosos daños. Hay 236 sospechosos arrestados, otros 330 puestos bajo “control judicial” y cuatro están en prisión preventiva. Se emitieron órdenes de arresto para 270 sospechosos, cinco están en el extranjero, 82 fueron puestos en libertad y 32 murieron.
Además, se conocieron informes de la autoridad turca de gestión de catástrofes, que desde hace años alerta sobre las consecuencias de un posible terremoto y recomienda medidas para evitarlas. Esos planes fueron elaborados y publicados entre 2019 y 2021.
Uno de los mayores temas de discusión es la situación y el futuro de los niños afectados, señala el balance que hace DW. Según la agencia de Naciones Unidas para la niñez (Unicef), el terremoto habría afectado a unos cinco millones de niños de Turquía y Siria.
El ministerio turco de Familia y Servicios Sociales informó que, hasta el 1 de marzo, un total de 1.911 niños sin tutores legales vivos habían sido rescatados de las ruinas y estaban registrados.
Después de una verificación de identidad, 1.543 niños ya habrían sido entregados a algún familiar. Otros 95 niños están bajo la protección del ministerio y la identidad de 81 niños aún no ha sido aclarada. También hay acusaciones públicas de que algunos niños fueron entregados a comunidades y asociaciones islamistas y progubernamentales.
La monumental tarea de reconstrucción que se avecina llega en un momento en que Turquía ya sufre una crisis económica. Según cálculos del Banco Mundial, los terremotos causaron daños materiales por un valor de 34.200 millones de dólares estadounidenses. Los expertos estiman que el desastre aumentará la demanda de muchos productos y servicios, lo que a su vez impulsará en un 50% la ya alta inflación. (Reuters-Especial)