LONDRES, Inglaterra.- El presidente Vladimir Putin denunció que Rusia había sufrido un “ataque terrorista” en la región meridional de Briansk, fronteriza con Ucrania, y prometió aplastar a lo que calificó de grupo de sabotaje ucraniano que había disparado contra civiles.
Ucrania acusó a Rusia de escenificar una falsa “provocación”, pero también pareció insinuar que los partisanos antigubernamentales rusos habían llevado a cabo algún tipo de operación.
Entre informes de bombardeos y sabotajes esporádicos, las regiones fronterizas de Rusia se han vuelto cada vez más inestables desde que Moscú invadió Ucrania, hace un año.
Putin, en un discurso televisado, acusó al grupo de abrir fuego frente civiles que viajaban en coche, incluidos niños. El gobernador de Briansk, Alexander Bogomaz, dijo que el ataque había matado a dos personas y herido a un niño de 11 años.
“No conseguirán nada. Los aplastaremos”, dijo Putin, afirmando que el grupo estaba formado por el tipo de personas que querían despojar a Rusia de su historia y su lengua.
A última hora de ayer, cuatro miembros de la Guardia Nacional rusa resultaron heridos al atropellar con su coche una mina en la localidad de Sushany, al otro lado de la frontera con Ucrania, según declaró Alexander Khinstein, parlamentario federal de alto rango.
Los cuatro habían estado participando en una operación para asegurar la región, escribió en la aplicación de mensajería Telegram.
El servicio de seguridad FSB dijo inicialmente que el ejército y el FSB estaban intentando liquidar a “un grupo armado de nacionalistas ucranianos” que había cruzado la frontera. Más tarde dijo que la situación estaba bajo control y que se había encontrado un gran número de artefactos explosivos, mientras se procedía al desminado. No mencionó informes anteriores de agencias de noticias estatales que afirmaban que se habían tomado rehenes.
En dos vídeos que circulan por internet, hombres armados que se autodenominan “Cuerpo de Voluntarios Rusos” afirman haber cruzado la frontera para luchar frente lo que denominan “el sangriento régimen putinista y del Kremlin”.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo a los periodistas que las fuerzas del orden determinarían quién era el responsable.
El asesor presidencial ucraniano Mijailo Podolyak escribió en Twitter: “La historia sobre (un) grupo de sabotaje ucraniano en la RF (Federación Rusa) es una clásica provocación deliberada”
Dijo que Rusia “quiere asustar a su pueblo para justificar el ataque a otro país y la creciente pobreza tras el año de guerra”.
Un portavoz de la inteligencia militar ucraniana sugirió que la composición del grupo de sabotaje era una señal de las luchas internas dentro del propio gobierno ruso.
“Se trata de personas que con las armas en la mano luchan frente el régimen de Putin y quienes lo apoyan... Quizá los rusos empiecen a despertar”, declaró Andriy Yusov al medio ucraniano Hromadske.
El apoyo a Ucrania de parte de los países occidentales alineados en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) consiste básicamente en armas, entrenamiento y una parafernalia de sanciones económicas a Rusia, con la esperanza de limitar el poder de fuego de Putin cortándole las posibilidades de comercio.
Países de América Latina, en su mayoría, apoyan un proceso de paz que parece inalcanzable actualmente. Ayer, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, habló por videollamada con su par ucraniano, Volódimir Zelenski, y le dijo que animará a los países a unirse a las conversaciones de paz para poner fin al conflicto. “Reafirmé el deseo de Brasil de conversar con otros países y participar en cualquier iniciativa en torno a la construcción de la paz y el diálogo. La guerra no puede interesar a nadie”, dijo Lula en Twitter. Lula hablará de los esfuerzos de paz con China cuando visite Pekín el mes que viene, y también con Rusia, informó su oficina en un comunicado. (Reuters)