Ariel Loza contó su dura experiencia: "Volví a nacer"

Ariel Loza contó su dura experiencia: "Volví a nacer"

El deportista de 52 años, que fue encontrado en Anfama después de pasar tres días perdido, sin agua ni comida, relata a LA GACETA su experiencia.

PLENA MAÑANA. Ariel posa junto a su compañero de travesía, momentos previos al accidente.
03 Marzo 2023

“Sentí que morí y estoy seguro de que volví a nacer” fue lo primero que expresó Ariel Loza, el senderista tucumano que estuvo perdido por tres días en una peligrosa zona agreste de Anfama. Loza habló de la experiencia, lo que lo motivó a seguir adelante y su futuro. “No pensé que bajaba del cerro, ya había perdido las esperanzas, estuve sin agua ni comida por más de 48 horas”, comentó el deportista. Ariel fue rescatado después de estar perdido por tres días en un paraje conocido como La Cuesta o Junta del Caballo, en la localidad de Anfama.

El grupo de rescate lo encontró el lunes pasado el mediodía. “Cuando vi gente no lo podía creer. Ver a los rescatistas y a todos los que me ayudaron... soy un agradecido de la vida. Siendo sincero, yo pensaba que no me estaba buscando nadie”, confesó.

Luego de eso fue trasladado al Hospital Padilla y constantemente hidratado. Reveló que volver a tomar agua después de dos días fue una sensación desbordante. Y que además, el recibimiento de su familia fue algo indescriptible. “Fue lo más emocionante que me pasó en la vida”, aseguró.

Reviviendo los hechos

Pero para llegar a este momento debemos retroceder un poco más en el tiempo. Aquel sábado, en palabras de Loza, “parecía un día excepcional, el día estaba espléndido”. Unas horas antes, había buscado a su amigo con el que siempre salía a entrenar. Tenían planeado hacer un ascenso desde la ruta 38, en el río de Anfama, hasta Tafí del Valle. “Empezamos a caminar a las 7 con la intención de llegar a las 15, para almorzar y volver a casa”, describió.

Dijo que era un recorrido que él conocía muy bien, lo hacía todos los años. “No soy ningún improvisado”, afirmó. Sin embargo, esta vez la usual travesía fue diferente para ambos.

“Se me cayó una piedra en la cabeza, fue un primer golpe que me desorientó y perdí la noción de donde estaba”, comentó sobre el accidente que sucedió a las 8 de la mañana, luego de separarse de su compañero.

A partir de ese momento comenzó la pesadilla para Ariel. “Comencé a bajar, a subir y quedé atrapado en una pendiente donde era imposible caminar, acostarse o hacer cualquier cosa. Ni siquiera sabía que teníamos esa clase de lugares en Tucumán”, confesó

Instinto de supervivencia

Agregó que lo que lo mantuvo de pie durante esos días fue pensar en sus seres queridos. “Principalmente pensaba en mi familia, en mis hijos, quería volver a verlos, volver a vivir. Las ganas de estar vivo, el instinto de supervivencia y rezar mucho, esas cosas me ayudaron a seguir fuerte”, describió.

Pero a medida que pasaban los días se alargaban las horas y los minutos. “Eran eternos los días, no había mucho para hacer, buscaba salir de donde estaba, pero cada vez me lastimaba más y estaba muy débil. La noche era lo más difícil, no dormía, me recostaba en el piso, pero inclinado, porque estaba en una pendiente y me podía a caer; todo fue incomodidad”, detalló.

A unos 150 metros del suelo, solo podía ver pájaros y vacas a una gran distancia. Expresó: “Siempre me dije a mí mismo que si me perdía, un animal me podía indicar el camino, pero yo estaba muy alto”, explicó.

Momentos previos al rescate se acostó a mirar al cielo, escuchó unos silbidos y no supo cómo reaccionar. “Como yo también tenía un silbato, pensé que estaba loco ya. Al final estaba totalmente delirante. Cuando vi gente sentí que morí y estoy seguro de que volví a nacer”, repitió.

La enseñanza

“Siempre pensé que era autosuficiente, pero allá me di cuenta de que hay que darle mucha importancia al equipamiento técnico. Puedo decirlo a viva voz, por más de que sean 10 km, son esenciales los elementos de seguridad, encendedor, botiquín. Esto hubiera sido totalmente diferente”, detalló sobre la experiencia que le dejó un aprendizaje para estar preparado para cualquier circunstancia.

“Lo que me pasó fue un accidente que lo puede tener cualquiera. Hace más de 14 años que practico senderismo y entreno todos los días. Tengo mucha experiencia, no hubiera aguantado tantos días si no fuera así… Fue una oportunidad de vida que me hizo pensar qué haría si volviera a vivir. Me sirvió mucho, fue una experiencia inolvidable”, expuso.

No siente que el incidente es un trauma en su vida sino un impulso para seguir viviendo la vida al máximo. “Quiero volver a practicar deporte, trekking, carreras, con más fuerza y con mucha más preparación y precaución”, mencionó.

Ariel reveló que la obra del grupo de rescate lo inspiró y lo hizo pensar en muchas cosas. “Pienso que si otra persona hubiese estado en mi lugar, yo hubiese hecho lo mismo. Más que criticar y decir por qué se metió ahí, debemos ayudar al que está en esa situación”, destacó.

Actualmente sigue recuperándose en el hospital, está descansando y su estado de ánimo mejoró en las últimas horas. “Es un volver a nacer. .. Ahora estoy pidiendo que me den el alta, con hidratación, curación, terminando los últimos chequeos y estudios. Estamos en buen camino”, adelantó cerrando la que ahora es una gran anécdota. (Producción periodística: Victoria Reinoso)

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