Todos escucharon alguna vez nombrar al “Tula”. Alguna que otra vez lo vimos a través de la televisión alentando a la Selección en cada uno de los mundiales con su característico bombo. Su nombre en realidad es Carlos Pascual, pero se hizo famoso en Argentina por su incondicionalidad como hincha.
Este lunes, el “Tula” recibió el premio The Best a la mejor afición por su inolvidable presencia en Qatar durante la Copa del Mundo. “Como argentino estoy muy contento porque nos llevamos todos los premios: el Dibu (mejor arquero), Scaloni (mejor entrenador) y Messi (aún no lo habían anunciado como mejor jugador). Como hincha estoy muy contento porque soy el primer bombo de todo el mundo. En Alemania 1974 comencé y desde entonces estuve en todos los Mundiales, Copas América... he recorrido el mundo. La satisfacción no tiene precio. Es emocionante”, comenzó su discurso de agradecimiento.
“Hice el primer proyecto para terminar con la violencia. Estoy contento y emocionado. Estuve en todos lados, soy pobre pero he viajado por todo el mundo. Quisiera mandarles un saludo a todos los hinchas del mundo, la pasión del fútbol es impresionante. Soy un hincha más argentino que representa a los miles que alentamos a nuestra querida Selección, y a los millones que festejamos el triunfo. Argentina estaba un poco triste y ustedes muchachos (por Dibu Martínez, Messi y Scaloni) le devolvieron la alegría inmensa al pueblo. Estoy muy emocionado y no sé qué hablar”, cerró su discurso a pur cántico con el bombo y el clásico vamo’ vamo’, Argentina...”.
¿Quién es el Tula?
Carlos Pascual es un rosarino de 82 años, fanático de Central, que se convirtió en un reconocido personaje popular que acompaña a la Argentina desde el Mundial de Alemania 1974, y que en 2023 dijo presente a su 13º Copa del Mundo consecutiva en Qatar.
Fue el bombista oficial de Carlos Menem, del peronismo, la CGT y de más de un jefe sindical. Se lo veía también con Carlos Ruckauf y con Eduardo Duhalde. En Rosario dicen que tuvo que dejar la ciudad cuando conducía la barra brava de Central y lo acusaron de pasarle datos a la policía.
Las fuentes de su financiamiento eran un verdadero misterio. Durante años tuvo unos quince músicos y siempre aparece indefectiblemente cuando, en los noventa, el oficialismo necesitaba un poco de aliento.
Fue el encargado de llevar “el primer bombo en la historia del mundo en 1974″. “El primer bombo que entró en un campeonato mundial soy yo. Hice reportajes para todo el mundo, salí en todos los diarios más famosos del mundo. Después de cuatro años, en el 78, todo el mundo copió mi bombo, todo el mundo tocaba el bombo. Imagínate el orgullo para mí, pero el primer bombo de la historia del mundo soy yo. El segundo fue Manolo, que murió hace poco pobrecito. Manolo el de España, era famoso”, contó Tula.