La nueva mega cárcel construida en El Salvador, la más grande de América, ya recibió a los primeros 2.000 presos de los 40.000 que puede alojar. Lo anunció el presidente Nayib Bukele en su cuenta de Twitter, donde escribió que “esta será su nueva casa, donde vivirán por décadas, mezclados, sin poder hacerle más daño a la población”.
Esta gigantesca prisión está ubicada en las afueras de la ciudad de Tecoluca -a 74 kilómetros al sureste de San Salvador- y destaca por sus rigurosos controles de ingreso y su alta tecnología para la vigilancia.
En las imágenes del traslado se puede apreciar a un grupo de pandilleros con el torso desnudo, vistiendo pantalones blancos y sin ningún tipo de calzado, custodiados por policías mientras se alinean en un gran patio de otra de las prisiones en el país.
Todo el trayecto estuvo custodiado por varios helicópteros militares que sobrevolaron los colectivos y contó con el apoyo de cientos de oficiales de la policía, agentes de seguridad de la Dirección de Centros Penales y hasta de soldados.
Según cifras oficiales, desde que Bukele dispuso el régimen de excepción y la lucha intensiva contra las pandillas -principalmente la Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18- hace casi un año, el país experimentó un considerable descenso en los índices de crímenes y violencia.
La medida surgió como una respuesta urgente al alto grado de criminalidad que se registraba entonces y que alcanzó un máximo peligroso entre el 25 y el 27 de marzo del último año, cuando se contabilizaron 87 muertes de esta índole.
Quién es Nayib Bukele y cómo construyó su carrera presidencial
Bukele llegó al poder con 37 años y se convirtió en el mandatario más joven de la historia de El Salvador, de la mano de la Gran Alianza por la Unidad Nacional (Gana, conservadora).
Una vez en el gobierno, Bukele transformó el movimiento Nuevas Ideas (NI) en partido político y mantiene la alianza con Gana. Ambos obtuvieron la mayoría de los votos en las legislativas de marzo.
Junto con la Policía, le hizo frente a la inseguridad ciudadana y a la actividad pandillera de las maras, que han azotado al país por décadas.
Y utilizó a las Fuerzas Armadas, tanto para distribuir alimentos durante la pandemia, como para aparecerse con tropas en el Parlamento opositor y presionar por la aprobación de un préstamo para un plan de seguridad.
"Lo que preocupa es que en estos primeros años de gobierno de Nayib ha demostrado muchísimas situaciones que dejan mucho que desear: la falta de transparencia, acusaciones de corrupción, su vocabulario de odio", dijo Miguel Montenegro, Director de la Comisión de Derechos Humanos.
Desde la campaña para la presidencia, popularizó la frase "Devuelvan lo robado", dirigida a los políticos, y vociferada desde entonces por sus seguidores ante militantes de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha), que gobernó de 1989 a 2009.
También dirigió sus baterías contra el gobierno del FMLN, su expartido, en el poder entre 2009 y 2019, y ahora le culpa del abandono de la infraestructura de salud pública.
Su orígenes
Nacido el 24 de julio de 1981, es hijo del fallecido empresario Armando Bukele, químico industrial y representante de la comunidad de origen árabe-palestina, y de Olga Ortez.
Estudió Derecho en la jesuita Universidad Centroamericana (UCA) de San Salvador, pero no se graduó, y optó por trabajar desde los 18 años en una empresa de su padre.
Bukele inició su carrera política con el FMLN, al que oxigenó electoralmente con sus campañas a la alcaldía de San Salvador, pero el partido lo procesó internamente tras supuestamente calificar de "bruja" a una concejal.
Ese incidente derivó en su expulsión de la agrupación en octubre de 2017.
La familia Bukele simpatizaba con los principios de justicia social que el FMLN enarbolaba en los años ochenta, cuando era guerrilla, y llegó a brindar refugio a algunos de sus dirigentes pese a los riesgos.
Con la izquierda ganó la elección en 2012 como alcalde de Nuevo Cuscatlán y le arrebató a la derecha la alcaldía de San Salvador para el período 2015-2018.