La derrota en Mataderos no sólo fue un tropiezo inesperado para un equipo que está comenzando a dar sus primeros pasos; significó un golpe de realidad tras las dos victorias iniciales, que habían encendido la ilusión de los fanáticos en Bolívar y Pellegrini.
El 0-1 que le propinó Nueva Chicago le cortó a San Martín la inspiración y le impidió sumar tres victorias en fila, algo que no logra desde finales de 2021. Muchísimo tiempo.
La última vez que el “santo” logró encadenar tres triunfos de manera consecutiva fue entre las fechas 30 y 32 de aquella temporada de la Primera Nacional. En aquel momento había superado a Temperley (2-1), a Deportivo Maipú (2-0) y a Agropecuario (1-0), victorias que le habían posibilitado llegar con fuerzas a la definición de aquel torneo.
En ese campeonato, el equipo que por ese entonces dirigía Pablo De Muner había conseguido tres victorias seguidas en otras ocasiones (incluso una vez había llegado a cosechar nada menos que cuatro en fila). Entre las jornadas 21 y 23 había superado a Atlanta (3-0), Chacarita (3-1) y Nueva Chicago (3-2); y antes, entre la 12 y la 15, San Martín había batido a Estudiantes de Río Cuarto (2-1), a Temperley (1-0), a Deportivo Maipú (2-0) y a Agropecuario (1-0).
La Primera Nacional es un torneo en el que las rachas valen muchísimo; y eso quedó fielmente reflejado durante la última temporada, en la que Belgrano, en las primeras 11 fechas, obtuvo primero tres triunfos consecutivos, y después cinco. Eso le permitió al “pirata” sacar una ventaja con la que casi no tuvo tiempo de sufrir en su camino a la máxima categoría de nuestro fútbol.
Claro, más adelante en la temporada, la “B” volvió a sumar cuatro victorias seguidas dos veces más y tampoco tropezó demasiado durante la competencia.
“Tenemos que tratar de ser un equipo fuerte, que imponga condiciones en todas las canchas”, había plantado bandera, antes del debut, Iván Delfino.
Pero sumar victorias de manera consecutiva no es algo que el “santo” haya logrado con mucha frecuencia en su historia; por lo menos jugando torneos organizados por la AFA.
“A nivel nacional siempre le costó mucho. Quizás tuvo invictos de varios partidos, pero juegos ganados de manera seguida no es tan común”, le cuenta a LA GACETA Ramiro Villa, historiador e integrante del Departamento de Investigación Histórica y Estadísticas del club.
Justamente, por eso los cuatro duelos en fila que había logrado sumar San Martín en 2021 parecía algo extraño en aquel momento. Incluso el equipo dirigido por Favio Orsi y Sergio Gómez, que prácticamente “paseó” su fútbol en la temporada que se detuvo por la llegada de la pandemia, nunca logró sumar cuatro victorias consecutivas (sólo había conseguido ganar tres partidos seguidos en dos oportunidades).
“Para encontrar cinco victorias seguidas hay que remontarse a la temporada 1991/92”, explica Villa sobre el torneo en el que el “santo” terminó consiguiendo su segundo ascenso a Primera, en Isidro Casanova. Aquella vez, había derrotado a Defensa y Justicia (2-1), a Atlético Rafaela (1-0), a Central Córdoba de Rosario (2-0), a Deportivo Maipú (2-0) y a Atlético, en el clásico (2-1). “Otro antecedente similar se dio en el Torneo del Interior de 1987 cuando venció a 5 a 1 a Juventud Antoniana, 3-0 a Altos Hornos Zapla, 2-0 a Jorge Newbery, 5-0 a Talleres de Frías y 3-0 a Deportivo Tabacal”, agrega.
Por ese motivo, si bien la prioridad para el equipo es recuperarse tras el doloroso traspié, en La Ciudadela deben apuntar a hacerse fuertes, a sumar muchas victorias y encadenar buenas rachas. Está claro que ese es el camino para llegar al objetivo, un camino que al “santo” nunca le fue sencillo.
A cargar pilas para lo que viene
Luego del entrenamiento matutino de ayer, y aprovechando la fecha libre, el plantel quedó licenciado hasta el lunes por la mañana, cuando los futbolistas volverán a encontrarse para comenzar a preparar el siguiente partido. Ayer se confirmó que San Martín recibirá a Temperley el domingo 5 de marzo, desde las 19.15. Para ese duelo, que será televisado por TyC Sports, Iván Delfino podría recuperar a Ismael Quilez, a Matías Pardo y a Matías Quiroga, tres futbolistas que habían comenzado el torneo como titulares y debieron salir del equipo a causa de lesiones.