El papa Francisco condujo a los católicos romanos a la Cuaresma con la tradicional misa del Miércoles de Ceniza, en la que instó a los fieles a aprovechar el tiempo para dejar a un lado el materialismo y el egocentrismo y ayudar a los demás.
Durante la misa, celebrada en la basílica de Santa Sabina, en el Aventino de Roma, los participantes, entre los que se encontraba el Papa, recibieron ceniza sobre sus cabezas para recordarles su mortalidad.
En su homilía, Francisco señaló que "la ceniza que recibimos esta tarde nos dice que toda presunción de autosuficiencia es falsa y que la autoidolatría es destructiva, aprisionándonos en el aislamiento y la soledad".
"¡Cuántas veces nos dejamos atrapar por nuestros propios deseos y necesidades, perdemos de vista el meollo de la cuestión y no abrazamos el verdadero sentido de nuestra vida en este mundo!", agregó.
El Papa, de 86 años, dijo que los cristianos deben tratar de atender los sufrimientos de los pobres, escuchar de verdad a los necesitados y hacer sacrificios durante el período de 40 días que conduce al Domingo de Pascua, que este año se celebra el 9 de abril.