Si bien Yerba Buena parece ser, indiscutiblemente, el departamento que más creció en los últimos tiempos en la provincia de Tucumán, Tafí Viejo no se queda atrás. Sobre todo, por el desarrollo que ha tenido la Avenida Constitución, la principal calle de esta localidad, que funciona además como principal acceso.
En los últimos años, esta avenida ha visto como, cada vez más, se fueron construyendo en ella numerosos barrios privados, algo que sigue sucediendo actualmente. Además, han aparecido varios locales comerciales, y algunas galerías, que combinan negocios con bares y restaurantes. Esto, por supuesto, genera también un aumento en el tráfico vehicular del lugar, y también en el flujo de personas que llega hasta allí. Algo que, claro, tiene sus ventajas y sus desventajas.
Muchos vecinos ven esto como algo positivo. Adriana y Eva, vecinas de casas aledañas, que viven hace más de 30 años sobre la avenida, coincidieron en que creció mucho, principalmente en el sector más alejado del centro taficeño, y que eso generó un crecimiento de la actividad comercial, algo que ven con buenos ojos. ‘’Es lindo, hay competencia entre los negocios, podes elegir‘’, expresa Eva.
Gabriel, encargado en una veterinaria hace ya dos años, coincidió con Adriana y Eva en la mirada positiva. ‘’Se está haciendo más conocido Tafí‘’, apunta, destacando que generó un aumento en el tráfico, de gente y de vehículos, y que ayudó a la veterinaria, según Gabriel, a aumentar las ventas en el local.
‘’Antes era todo campo, y desde que empezaron a hacer los countrys, se ha poblado bastante‘’, remarcó Luciana, encargada de un bar ubicado en una de las galerías más moderna de la avenida. Luciana considera que el crecimiento de la avenida Constitución es bueno, aunque admite que, como todo, tiene sus partes malas. ‘’El tránsito se ha vuelto más complicado, y en esta zona no tenemos seguridad, la policía casi no pasa. Estaría bueno que, por lo menos, haya una patrulla o algo, sobre todo por la noche‘’, apuntó.
Alejandra, otra vecina de la zona, también compartió que el crecimiento de la zona es positivo, aunque sí considera que, desde la Municipalidad, deberían ayudar en la organización. Y sobre todo, hizo hincapié en la seguridad, un ámbito en el que, considera, el municipio no está bien. ‘’A mi me asaltaron acá a la vuelta, siempre se sienten robos, asaltos‘’, contó. ‘’Está bueno que venga mucha gente, para que Tafí Viejo se haga más conocido, y tenga más ingresos, pero a la vez viene muchísima gente que uno no conoce, y hay mucha inseguridad‘’, agregó.
Una visión crítica
La arquitecta urbanista Marta Casares, directora del Observatorio de Fenómenos Urbanos y Territoriales (OFUT), no ve con tan buenos ojos el crecimiento que ha tenido la Avenida Constitución en los últimos tiempos.
Casares advirtió que el avance del frente construido se ha dado sobre suelo productivo, reduciendo la superficie cultivada, sin previsiones de suelo para espacios públicos, equipamientos, servicios a la producción y el comercio; esto, según apunta, compromete las condiciones de la vialidad. En el caso particular de la Avenida Constitución, destacó, los afectados son los municipios colindantes (Los Nogales, Las Talitas).
“Se ven demandados a prestar servicios e invertir en infraestructuras, comprometiendo los recursos que, de por sí, son escasos, sin posibilidad de orientar el crecimiento ni de limitarlo. Los municipios terminan asumiendo los costos económicos y sociales de operaciones con niveles subestándar de servicios básicos, y se construye beneficiando casi exclusivamente al propietario que produce la subdivisión y venta de parcelas, con una estrategia de mercado que maximiza solo sus beneficios”, analizó la arquitecta.
Casares también recalcó que las expansiones urbanas se vienen dando, sobre todo, mediante barrios cerrados, que no tienen una reglamentación específica que le imponga condiciones. También agregó que este modelo de expansión propicia una movilidad centrada en el vehículo particular. “Así, se incrementa la demanda sobre la red vial y se carga sobre el ambiente los mayores costos en consumo de combustibles fósiles y emisiones de CO2”, apuntó.
La arquitecta advierte que los gobiernos locales cuentan con atribuciones suficientes para diseñar e implementar planes urbanos adecuados, pero demanda que esta competencia se debilita a partir de los límites que impone la organización formal. Para la directora del OFUT, la agenda urbana de Tucumán es, aun, una gran asignatura pendiente, sobre todo teniendo en cuenta que la mayor parte de las provincias del norte del país ya tienen legislación con respecto al ordenamiento territorial.
“En Tucumán, la provincia más densamente poblada de Argentina y la de mayores índices de urbanización del país, es urgente el tratamiento de un régimen provincial de ordenamiento territorial, que permita hacer efectiva la zonificación y regulación del uso del suelo, como recurso natural, económico y social, y que defina instrumentos operativos para llevar a cabo políticas de aprovechamiento y protección de uso del suelo, ya sea urbano o rural, conforme a las necesidades y realidades del territorio provincial”, concluyó Casares.
La municipalidad
Agostina Rossini, Secretaria de Gestión Ambiental e Infraestructura de Tafí Viejo, también tiene una visión más precavida sobre el crecimiento de la avenida, apuntando que el gran desarrollo de los barrios privados no es, necesariamente, positivo.
“Los barrios cerrados empezaron a proliferar como la única alternativa para la vivienda hoy, y esto genera un cambio de uso de suelo, principalmente, de rural productivo a urbano“, describió Rossini. Agregó que ya la simple expectativa de urbanización genera un aumento de precio en los terrenos, y una dolarización, con lo que adquieren una lógica distinta a cualquier otro tipo de bien comercializable. Según Rossini, esto genera una competencia desleal de mercado, y desnuda una de las debilidades institucionales, que tiene que ver con la regulación.
En el caso particular de la Avenida Constitución, la secretaria remarca que hay una fuerte presión inmobiliaria, debido a las características de la zona. Por eso, la gran cantidad de barrios privados que se construyeron en los últimos años. Para Rossini, este desarrollo de barrios cerrados genera complicaciones en la trama urbana, y además, significa una carga extra para el municipio de Tafí Viejo, aun cuando muchos de ellos, legalmente, pertenecen a la comuna de Los Nogales.
La docente de urbanismo señaló que los barrios privados no generan un problema en sí al municipio, sino que los que tienen complicaciones son los propios habitantes del lugar. “Cuando tienen problemas, los mecanismos de acceso a la solución de esos problemas son muy tediosos, y tienen un trato muy distante con el Estado provincial“, afirmó.
Otra preocupación que expresa Rossini pasa por la cuestión ambiental, ya que, como también mencionó Casares, el crecimiento urbano en Tucumán apunta mucho hacia la zona del pedemonte. “Venimos frenando la presión sobre el pedemonte, para nosotros la política ambiental es fundamental, y atraviesa a todas las áreas, entonces hemos cuidado muchísimo que la presión sobre el pedemonte no afecte el bosque nativo“, destacó al respecto la ex directora de Catastro de Tafí Viejo.
Rossini coincide con Casares en que en Tucumán es necesario legislar sobre el tema. “Tenemos una ley provincial de loteo, pero necesitaríamos una más amplia, con la que podríamos solucionar casos que son sistemáticos. Necesitamos también una Ley de Hábitat, que tenga instrumentos de gestión urbana que son complementarios“, expresó.
Y otra camino que debe seguir la provincia, según su concepción, tiene que ver con la microdensificación, y la “ciudad de los 15 minutos“. Lo primero tiene que ver con una ciudad abierta, en la que el suelo, mejor aprovechado, puede ser densificado, por afuera de las cuatro avenidas, lo que generaría que la gente viviera más cerca de las áreas centrales, y además se generarían nuevas áreas centrales en los municipios, con puntos estratégicos. La ciudad de los 15 minutos, por su parte, apunta a lograr que todo ciudadano pueda contar con todos los servicios esenciales, a una distancia no mayor a 15 minutos de su domicilio.