A cinco días hábiles para que culmine febrero, las empresas agroexportadoras liquidaron en lo que va del mes en el mercado de cambios local menos de u$s400 millones, lo que representa una caída interanual del 75% y el menor valor para este mes desde el 2007, según precisó el sitio especializado Ambito.com
La caída productiva del 50% en la cosecha de trigo, producto de la sequía, se está haciendo sentir fuerte en la disponibilidad de dólares, pero también impactan y mucho las ediciones del dólar soja lanzadas por el Gobierno el año pasado que lograron acelerar la liquidación en septiembre y diciembre pero generaron un freno en las ventas de la oleaginosa en los primeros meses de este 2023.
En este contexto, según adelantó el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, en declaraciones a Radio 10, por el momento el Gobierno no está trabajando en el lanzamiento de un nuevo dólar soja, a pesar de que en el sector ya se estaba especulando con una medida de este tipo en el corto plazo. El funcionario fue muy categórico al afirmar que “el Gobierno no está pensando en un nuevo dólar soja", y dijo que no ha participado "ni escuchado ni está en los temas de agenda por los que semanalmente nos reunimos los funcionarios del Ministerio de Economía un nuevo dólar soja. No hay nada".
Al mismo tiempo, el funcionario remarcó que actualmente se encuentran trabajando en "encontrar medidas de paliativo" para algunas economías regionales, como las de la pera, la manzana, y el vino. En ese sentido, reforzó: "Estamos estudiando con el equipo económico y analizando eso. No estamos hablando de un dólar soja".
De esta manera el titular de la cartera agrícola descartó de plano los rumores que comenzaron a correr en las últimas semanas de que en marzo próximo, a más tardar abril, el Gobierno lanzaría un nuevo tipo de cambio diferencial -por tiempo determinado- para acelerar las ventas de soja de la campaña pasada. Hasta el momento, según la estadística oficial, queda por venderse alrededor de 7,7 millones de toneladas de la cosecha 2022, pero los productores no están activando ventas ya que el grano es su refugio de valor en medio de la profunda sequía que está afectando al nuevo ciclo de soja y maíz.
De cualquier manera, con o sin dólar soja la preocupación hacia adelante es que la nueva cosecha de soja y maíz sería una de las más bajas de los últimos 15 años y eso indefectiblemente repercutirá en el ingreso de divisas y en el monto recaudado por derechos de exportación. A pesar de que el valor de la oleaginosa continúa sostenido y entre niveles máximos, no se espera una compensación de pérdidas productivas a partir de altos precios. Es que la merma en las cantidades cosechadas será muy importante y la campaña de la oleaginosa rondaría apenas las 34,5 millones de toneladas, versus las 43,3 millones de toneladas de la campaña pasada.