16 Febrero 2023
Las dos acusadas por el asesinato de Lucio Dupuy, su madre Magdalena Espósito Valenti y su pareja, Abigail Páez, fueron brutalmente golpeadas en el Complejo Penitenciario N°1 de San Luis, donde se encuentran alojadas aguardando la lectura de la sentencia que tendrá lugar mañana viernes a las 12 del mediodía.
En un primer momento, tanto la mamá de Lucio, Espósito Valenti, como su pareja, Páez, permanecían en la Seccional Sexta de Santa Rosa, La Pampa, lugar en el que se produjo el asesinato. Sin embargo, ambas fueron trasladadas hasta el correccional puntano, donde las otras reclusas les propinaron una paliza a modo de “castigo” por el perverso asesinato de Lucio.
En consecuencia del ataque, medios locales informaron que las autoridades penitenciarias determinaron el aislamiento de las reas con el objetivo de preservar su integridad física.
Cuándo se conocerá la sentencia definitiva
Este lunes a las 10:30 de la mañana finalizó la audiencia de apelaciones del juicio por el crimen de Lucio Dupuy. En el Tribunal de Santa Rosa se escucharon los pedidos de pena de los fiscales, la querella y los defensores de las acusadas. Y este viernes a las 12 del mediodía se conocerá la sentencia.
El procedimiento, denominado juicio de cesura, fue a puertas cerradas como todo el debate que se desarrolló entre el 10 de noviembre y el 22 de diciembre de 2022, por tratarse, además, de un delito contra la integridad sexual. Las condenadas no estuvieron presentes en la sala.
Cabe destacar que la madre de Lucio y su novia fueron encontradas culpables de “homicidio doble y triplemente calificado” y resta saber los años que estarán presas por el aberrante crimen.
En este sentido, Valenti, madre del pequeño, fue declarada autora material y penalmente responsable del delito de homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y ensañamiento.
Mientras que Páez fue declarada autora material y penalmente responsable del delito de homicidio doblemente calificado por alevosía y ensañamiento; en concurso real con el delito de abuso sexual con acceso carnal por vía anal, ejecutado con un objeto fálico, agravado por tratarse de la guardadora y por haberse cometido contra un menor de 18 años de edad, aprovechando la situación de convivencia preexistente, como delito continuado.
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