15 Febrero 2023
La "mini luna" que astrónomos españoles descubrieron no formaría parte de la Luna
La Luna ya no está sola alrededor de la Tierra sino que está en compañía, desde hace al menos un año, del asteroide 2022 NX1. Esta “miniluna” fue estudiada por científicos españoles y aseguran que podría chocar contra el planeta.
2022 NX1 fue descubierto a mediados del año pasado por un equipo de astrónomos aficionados que trabajaban en un observatorio situado en las montañas de Hakos, en Namibia, y confirmando a través del espectrógrafo y generador de imágenes del Gran Telescopio Canarias situado en el observatorio de La Palma.
Esta semana, los investigadores españoles publicaron en la revista Astronomy & Astrophysics los resultados de un completo análisis del objeto celestial. En el informe descartan dos hipótesis sobre el origen del asteroide: la primera, que se tratara de un objeto artificial, como los restos de un cohete; y la segunda, que fueran restos procedentes de la Luna.
La órbita de la “miniluna”
2022 NX1 gira alrededor del sol en lo que se conoce como órbita de la herradura. Estos movimientos ocurren cuando las órbitas de dos objetos se entrelazan de forma que, desde la perspectiva de uno, el otro parece dibujar una herradura.
Los extremos de la herradura son los puntos en los que el objeto que dibuja esta órbita (en este caso 2022 NX1) se acerca más al cuerpo con el que coorbita (la Tierra).
Cuando 2022 NX1 se aproxima a estos puntos, la gravedad de la Tierra puede “sacarlo” temporalmente de su órbita, haciendo que el asteroide rodee el planeta y se convierta en una “miniluna”.
La “miniluna” puede chocar contra la Tierra
La conclusión del reporte de los astrónomos españoles afirma que 2022 NX1 pudo haber chocado con la Tierra en 1981 y en 2022. Y según su trayectoria, volverá a pasar muy cerca del planeta entre 2051 y 2052.
En la década de 2070, el asteroide volverá a acercarse, pero esta vez su órbita podría ponerlo en rumbo de colisión con la Tierra.
2022 NX1 mide entre 5 y 15 metros, por lo que su tamaño no representa un riesgo para la vida en el planeta. Esto, junto con una probabilidad aproximada del 70% de caer al mar, hace que el posible impacto del asteroide sea un acontecimiento de bajo riesgo y posiblemente pase desapercibido.
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