La comisión de Seguridad y Justicia de la Legislatura, a cargo del oficialista Roberto Chustek, recibió el pedido de informes formulado por el bussista Horacio Vermal (Fuerza Republicana) como consecuencia de los recurrentes delitos denunciados por la firma Panedile y que generaron complicaciones en la obra del cruce ferroviario sobre el río Salí.
El requerimiento formulado por el dirigente opositor fue concretado sobre la base de la nota enviada por un representante de la empresa -adjudicataria de la obra financiada por el Gobierno nacional- al jefe de Policía de Tucumán, Julio Fernández, para solicitar vigilancia en esa zona, debido al riesgo de que, por los hechos de inseguridad, se generen demoras en los trabajos.
Vermal, en el escrito, requirió que el ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, responda sobre una serie de cuestiones vinculadas a esta situación y a la denuncia formulada por el representante de Panedile. "Esta obra es de tal envergadura que posibilitará el regreso del tren a la Estación Mitre, en San Miguel de Tucumán. Tiene tal relevancia para el transporte de carga y de pasajeros que no puede pasar desapercibida para la autoridad policial", planteó el legislador bussista. Advirtió además que, al tratarse de “una zona insegura, (lo sucedido) invita a pensar las acciones futuras de prevención cuando el tren efectivamente circule por allí", "Es deber del Estado garantizar la seguridad para lograr la continuidad de esta obra”, enfatizó Vermal.
El reclamo de la empresa
El 23 de enero, el ingeniero Marco Matías Juárez, jefe de Obra de Rehabilitación del Puente Ferroviario del Río Salí, envió una nota al jefe de Policía en su carácter de responsable de la firma Panedile. En el texto, el profesional alertó sobre “la situación de inseguridad por la cual se está atravesando día a día en la obra, desde el inicio de las actividades, el 1 de agosto de 2022, hasta la fecha”.
El proyecto, que depende del Ministerio de Transporte de la Nación, está en ejecución en los sectores este y oeste de la ruta alternativa km 1 y en el cruce del puente ferroviario, en Alderetes, y sobre el lecho del río Salí. Allí, detalló el ingeniero Juárez, se utilizan “maquinarias viales pesadas, vehículos livianos y herramientas varias de uso manual”.
“Dadas las circunstancias y la gravedad de los hechos que se vienen repitiendo, exponiendo la integridad física de las personas y de todas las maquinarias, pido que provea lo necesario para garantizar la seguridad a nuestros empleados y bienes”, señaló el jefe de Obra en su nota a la Policía.
Además, remarcó que, si bien había realizado denuncias en la comisaría de Alderetes y en la seccional 10° de la Capital, “no hemos recibido adecuada respuesta”, ya que sólo pudieron “dejar constancia policial en las distintas jurisdicciones mencionadas” de los delitos sufridos.
Incluso, Juárez detalló que, ante cada presentación, en las dependencias les respondían que no contaban “con móviles y personal para tener presencia en el lugar y para garantizar la seguridad e integridad física del personal”.
“Dadas estas condiciones de inseguridad, el personal de obra se ve desprotegido, y tomará acciones para cuidar su integridad física, como es la no realización de tareas en los sectores donde son robados y amenazados por delincuentes de las zonas cercanas al río Salí“, añadió el representante de la empresa Panedile. Y advirtió que, de suceder esto, “tendrá un considerable impacto regional en la ejecución” de los trabajos.