Aquejado por diferentes dolencias desde hace unas semanas, el maestro Héctor Zaraspe falleció anoche en Nueva York a los 92 años.
Había nacido en Aguilares el 4 de junio de 1930. Tenía ocho años cuando se acercó a las danzas folclóricas, y posteriormente, a la danza española.
Una beca hizo que pudiera formarse también en ballet clásico en el Teatro Colón de Buenos Aires y en 1954 se radicó en Madrid, estancia que duró 11 años.
Zaraspe dio clases a grandes bailarines españoles como Antonio Ruiz Soler, Antonio Gades, Luisillo y Luis Fuente, entre otros.
Un viaje junto a un ballet español lo llevó hasta Nueva York, en 1964, y tiempo después se incorporó como docente de la Juilliard School, en donde se jubiló después de 35 años de carrera.
Mientras trabajaba en la prestigiosa academia neoyorkina ubicada en Lincoln Square, en Manhattan, se dio tiempo para darle clases a sus dos más célebres alumnos: Rudolf Nureyev y Margot Fonteyn.
Fue tan importante su legado en Juilliard School, que desde 1998 se otorga el Premio Zaraspe, a la labor coreográfica más sobresaliente. Fue profesor del American Ballet Center e invitado del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. Por la producción de “María de Buenos Aires” mereció un Grammy en 2003.
En 1989 recibió un premio Konex y desde 1993, en nuestra ciudad, funciona la Fundación Zaraspe, que busca talentos artísticos entre los niños que asisten a los comedores y escuelas rurales dela provincia, gracias a un acuerdo inicial con Naciones Unidas, que le permitía llevarlos a Nueva York para su perfeccionamiento.
Su delicado estado de salud lo llevó a pasar algunos días internado en el Memorial Hospital de Nueva York, de donde recibió el alta a fines de enero.
A las 23.43 de ayer, el maestro Zaraspe falleció en su casa de Manhattan, acompañado por su amiga tucumana Cristina Martínez Castro.
Se esperan para los próximos días un misa en su memoria y varios homenajes del ambiente artístico, al que tanto marcó durante las últimas cinco décadas.