En medio de la controversial llegada de mujeres rusas embarazadas a la Argentina con el objetivo de parir a sus hijos y luego obtener el pasaporte, un informe del diario británico The Guardian alertó en el mes de enero sobre esta práctica de ciudadanos rusos que se prevé irá en aumento durante 2023. A partir de la nota de este medio, las autoridades argentinas se pusieron en alerta y comenzaron con las investigaciones.
Si bien los argentinos tomaron conocimiento de la situación en los últimos días, las mujeres rusas embarazadas empezaron a llegar a nuestro país desde el 2022. Ante esta situación fue que en enero de 2023 The Guardian brindó un informe en el cual entrevistó a una mujer rusa que pretendía hacer “turismo de nacimiento” en Argentina. Un caso entre los miles que ya habían acontecido y entre los muchos que vendrían luego.
En su nota sobre el turismo de nacimiento hacia Argentina, el citado medio contó la historia de Polina Cherepovitskaya, una mujer rusa que junto con su esposo, abandonaron su tierra apenas se inició la invasión a Ucrania, en vista de la cantidad de puertas que se estaban cerrando para los ciudadanos de su país.
“Descubrí que estaba embarazada poco después de que comenzara la guerra en Ucrania”, expresó Cherepovitskaya. “Cuando vimos que las fronteras comenzaron a cerrarse rápidamente a nuestro alrededor, supimos que teníamos que encontrar un lugar al que pudiéramos viajar fácilmente. Un pasaporte argentino le abrirá muchas puertas a mi hijo”, declaró la mujer al diario The Guardian.
En su extenso reportaje, el diario británico cita datos de la embajada rusa para afirmar que en 2022, unos 2.500 rusos se mudaron a la Argentina. Muchos de ellos fueron mujeres embarazadas que eligieron ese país para el nacimiento de sus hijos. Las estimaciones de la embajada indican que en 2023 podrían ser 10.000 los que lleguen al país, principalmente por turismo de nacimiento.
La directora de la oficina de inmigración de Argentina, Florencia Carignano, aseguró este viernes que se inició una investigación judicial para acabar con lo que calificó como “un negocio lucrativo que promete pasaportes argentinos para los padres rusos”.
“El problema es que llegan, tienen a sus hijos y luego se van de Argentina para no volver jamás”, expresó la funcionaria argentina a medios locales. “No podemos permitir que nos mientan descaradamente diciendo que son turistas cuando no lo son”, sentenció.
“En el régimen de Putin, no estar de acuerdo con la guerra es suficiente para que uno vaya a la cárcel o para que miembros de su familia sean enviados al frente de batalla”, expresó Christian Rubilar, abogado que representa a una de las mujeres rusas retenidas en Ezeiza, el principal aeropuerto internacional de Argentina.
Este viernes, según pudo conocer The Guardian, dos de las mujeres rusas permanecían en el aeropuerto de Buenos Aires, sin poder pasar por el control migratorio.