La incertidumbre atraviesa a la dirigencia de todas las vertientes de Juntos por el Cambio (JxC) ¿Germán Alfaro y Roberto Sánchez llegarán a un acuerdo para integrar una sola fórmula para competir por la gobernación? La resolución de este conflicto medular carcome a la oposición y genera expectativas en el oficialismo. Los protagonistas son los que tendrán la respuesta final. Lo que sí es una certeza es que los sectores mayoritarios del espacio, encabezados por el diputado de la UCR y el intendente capitalino del PJS, no habrían podido pactar ni tomar la decisión de romper y competir por separado.
Las versiones acerca de en qué instancia se encuentra el vínculo político entre los dos líderes varían sustancialmente entre los referentes del sanchismo y el alfarismo. Así como en la saga de libros “Elige tu propia aventura” cada lector seleccionaba los giros de la historia, cada referente hace suposiciones sobre el comportamiento de sus dos representantes y arma sus propias conclusiones. A esto se suma que, en general, en sus entornos coinciden en que ambos reservan la información para unos pocos y mantienen el hermetismo.
Esta semana hubo dos expresiones públicas de la situación por la que pasan los cambiemistas. Dos candidatos a intendentes ya lanzados pidieron claridad: José María Canelada, el legislador radical que trabaja en el espacio de Sánchez, y Raúl Albarracín, también parlamentario provincial de la UCR, pero del bloque de Alfaro en la Cámara.
El 14 de mayo JxC pondrá en juego las cuatro intendencias que gobierna: Capital, Yerba Buena, Bella Vista y Concepción. Uno de los pocos puntos de consenso explícitos iniciales en el armado fue que cada intendente elegiría a su postulante a la sucesión. A tres meses de las elecciones, no hay fórmula y, por ende, en este tiempo políticos de estas ciudades fueron trabajando con uno y otro. Es decir que, en el mejor de los casos, hay un candidato de Alfaro y otro de Sánchez (en algunos distritos hay varios por cada uno).
Canelada, que presentó su postulación a mediados de noviembre, reclamó reglas para dirimir la puja por la intendencia de San Miguel de Tucumán. Instó a que las postulaciones no sean definidas por “pocas personas, arbitrariamente y en un cuarto cerrado”. En los últimos días, proliferaron los dimes y diretes que señalan que, apoyado por las encuestas, Sánchez podría inclinarse por candidatear a José Cano para ese puesto. De hecho, compartieron recorridas por los barrios El Bosque y Juan XXIII. Hasta el momento, tampoco se le habría comunicado a la rama capitalina Silvia Elías-Canelada que su postulación ya no contaría con apoyo.
Por otro lado, en una entrevista con La Gaceta Play, Albarracín comentó que no habla ni con Alfaro ni con Sánchez y que no lo llamaron ni cuando aparecieron pasacalles falsos que lo ligaban a la Casa de Gobierno. También describió los estragos que genera la indefinición en las bases y que si tiene que salir con su armado en soledad, lo hará. Por último, deslizó que si Osvaldo Jaldo lo llama, lo atenderá pues es un hombre de diálogo. En Concepción, Sánchez apoya a quien lo reemplazó al frente de la administración cuando fue electo diputado, Alejandro Molinuevo.
Los dos postulantes son los botones de muestra de lo que sucede entre los que conforman el espacio. Concejales, legisladores y miembros de otros partidos de JxC también están en babia.
En Yerba Buena, aparentemente la cuestión en el camperismo está más resuelta. Si bien aún hay varios referentes de Cambiemos que también pretenden ir por la intendencia, hay dos favoritos en las huestes municipales. El propio intendente comentó en su cuenta de Twitter que tenía sondeos muy prometedores y que ya tenía un elegido, que era parte de su equipo. Los nombres que sobresalen son los de Pablo Macchiarola y Manuel Courel. Varias figuras como Juan Casañas, Mariano Malmierca, Lisandro Argiró, José Macome o Ariel García, entre otros, también se habían anotado para la contienda. En Bella Vista, Sebastián Salazar optó y se definió temprano por la concejal radical Paula Quiles, que es su esposa.
La aventura radical
En la UCR aún son optimistas y adelantaron que esta semana podría haber novedades relevantes. Los radicales creen que las decisiones deben tomarse cuanto antes. Tal como reveló el columnista de este diario Fernando Stanich ayer, representantes del centenario partido tuvieron una reunión en Buenos Aires con Gerardo Morales. Según algunos participantes del encuentro, las encuestas de intención de voto que se exhibieron allí dieron cuenta de que la fórmula Sánchez- Alfaro medía un poco más que la combinación Alfaro-Sánchez. Surgió una propuesta que debía ser comunicada a Alfaro y un plazo que tendría para responder. Hasta el martes, supuestamente, el intendente debía resolver si aceptaba ser el vice de Sánchez y quedarse con la prioridad de elegir un postulante para la Municipalidad. Una versión que corrió mencionó que, si no respondía o no aceptaba, el mismo miércoles podría anunciarse una fórmula Sánchez- Mariano Campero. Ya contarían, dicen además, con postulantes para todos los puestos ejecutivos en juego. Otras fuentes dentro del mismo armado, en cambio, ratificaron la dupla Sánchez-Sebastián Murga (CREO).
En algo hay coincidencia: todos reafirman en la UCR que el partido es indiscutiblemente la médula de JxC y que Sánchez es el postulante opositor que mejor mide y que debe encabezar.
La otra discusión que inquieta, en paralelo, es la de los acoples si es que hay un pacto ¿Se limitarán en número o se liberarán? ¿Cómo será la dinámica con o sin acuerdo?
La aventura alfarista
En el armado de Alfaro no descartan de plano que se concilie, aunque algunos se muestran con más esperanzas que otros. Hasta la tarde de ayer, juraban que no habían recibido ninguna comunicación del radicalismo y, mucho menos, con un emplazamiento. Según varias fuentes de 9 de Julio y Lavalle, no se apurarán -ni se dejarán apurar- y preparan novedades recién para fin de mes. Alfaro tiene previsto su lanzamiento a la gobernación para entonces, tal como confirmó Stanich. Aún no se inclinó por un candidato a vice ni para la Ciudad. En los pasillos alfaristas se menciona, sin embargo, que quien podría acompañarlo en la fórmula sería Enrique Pedicone. Afirman que Alfaro sigue recorriendo sin descanso pueblos y ciudades y que tienen nombres para cubrir todas las comunas y municipios y acoples para la Legislatura y los concejos. Les desconcierta el manejo de Sánchez, dicen, porque cuenta con postulantes a vice (por Murga) e intendente (por Canelada), pero no se ha mostrado estas últimas semanas con ellos.
En relación a la sucesión tienen menos dudas: puertas adentro la mayoría entiende que el elector es Alfaro y que, aunque no concuerden con todas sus decisiones, la última palabra es de él y la acatarán.
La cuestión Capital es, precisamente, otro de los asuntos que frena un posible pacto. En el radicalismo entienden que esa administración tiene que estar en la mesa de negociación y que, si Alfaro pretende la candidatura a la gobernación, debe cederla. En el alfarismo dicen que si Sánchez, Campero y Salazar tienen derecho a definir sus candidatos para la posible continuidad ¿Por qué Alfaro no?
De hecho, en la cúpula del alfarismo advierten que no hay ninguna posibilidad de que entregue San Miguel de Tucumán en manos radicales. Ninguna, subrayan ¿Por quién optará? Se mantiene en reserva. Aparentemente, arriesgan algunos, por ninguno de sus funcionarios o parlamentarios provinciales ni nacionales.
¿Nada está acordado o algo lo está?
Hay un tercer conjunto de ideas ¿Y si Alfaro y Sánchez llegaron a acuerdos básicos entre ellos? ¿Y si la estrategia es ir armando por separado y acoplarse a último momento? Algunos dirigentes de experiencia coinciden en que hay chances de que esto sea así, pero advierten que es un riesgo no comunicarlo a la dirigencia, que sería la que tendría que acomodarse eventualmente. Ven algunos signos de esto como que no cruzan críticas públicas desde hace tiempo, vienen diferenciando sus agendas de la de la Casa de Gobierno o que Alfaro no bendijo un candidato aún en la Concepción de Sánchez. Según esta especulación, todo el ruido en la dirigencia se debe a que podrían haber convenido mantener un cierto grado de reserva y que en marzo, cuando llegue la fecha, puedan inscribirse en conjunto para los comicios.
Más allá de los murmullos e interpretaciones, la sensación en el plano dirigencial es que todo puede suceder. La mayoría sabe que lo que conviene es competir en conjunto, pero son conscientes de que hay dificultades para concertar. Las dudas y versiones abundan y, por ello, las posibilidades de que cada uno elija su propia lectura o aventura. Las certezas dependen de unos pocos. De dos.