Una investigación periodística publicada en Estados Unidos denunció que una operación militar encubierta de ese país estaría detrás de la explosión del gasoducto Nord Stream, que conecta Rusia con Alemania, y desde el Kremlin reclamaron una investigación internacional que determine si se trató de un sabotaje.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, expresó que el artículo publicado ayer por el periodista estadounidense ganador del Pulitzer Seymour Hersh, que acusó a la Marina de Estados Unidos, "demuestra nuevamente la necesidad de una investigación internacional sobre estos ataques sin precedentes contra una infraestructura crítica internacional" y sostuvo que "es imposible dejar esto sin determinar quiénes fueron los responsables y castigarlos".
"Algunos puntos (del artículo periodístico) pueden ser rebatidos y otros necesitan pruebas, pero es notable su profundidad de análisis y la armonía de su presentación", analizó Peskov.
Además, el funcionario ruso reclamó que "sería injusto ignorarlo, especialmente por parte de un país como Alemania, que quedó privado de una instalación energética muy importante a causa de este acto terrorista".
El artículo, publicado en el blog personal de Hersh, señala que un avión de la Marina noruega lanzó el pasado 26 de septiembre una boya hidroacústica, que detonó artefactos explosivos que buzos de la Marina estadounidense habían adosado al gasoducto tres meses antes.
Siempre según Hersh, los preparativos para el sabotaje habrían sido coordinados por el asesor de Seguridad Nacional norteamericano Jake Sullivan, quien convocó a un equipo interinstitucional para desarrollar un plan.
Mientras tanto, la Casa Blanca negó ayer estar detrás de las explosiones, desestimó las acusaciones del periodista a las que calificó como "una completa ficción".