Con una inflación que aún no muestra signos de retroceso y la decisión del Banco Central (BCRA) de mantener sin modificaciones la tasa de interés, los ahorristas deben revisar su estrategia en relación a los plazos fijos.
Los plazos fijos UVA o atados a la variación de la inflación, resultan atractivos en tiempos en que los precios mantienen firme su tendencia alcista, lo que provocaba que sea una de las inversiones más utilizadas hasta mediados de 2022.
Sin embargo, esto cambió cuando el BCRA comenzó con un proceso de suba de tasas, que hicieron que los rendimientos de los plazos fijos tradicionales superen la inflación. Por este motivo, un depósito a 30 días en noviembre o diciembre obtuvo un rendimiento mensual de 6,25% contra una inflación promedio de 5% en ese período.
Plazo Fijo: UVA o tradicional, ¿cuál conviene más frente a la inflación?
El plazo fijo tradicional permite recuperar el dinero a los 30 días, una vez sucedió el vencimiento. En el caso de cualquier eventualidad, personal o de la economía como una abrupta suba del dólar, otorga mayor margen de reacción.
Los plazos fijos UVA, en cambio, se pactan por un mínimo de 90 días, plazo durante el cual no se puede acceder al ahorro, a menos que se “pre cancele”. Esa opción habilita a contar con el dinero disponible en la cuenta antes del vencimiento, pero se pierde parte de la ganancia acumulada.
Para decidir cuál es mejor, será clave conocer el dato de inflación de enero que informe el INDEC el próximo martes y la decisión que pueda adoptar el BCRA en su reunión con el directorio.
Cuanto más se acerque la inflación a 6%, más atractivo será el plazo fijo UVA, ya que garantiza un rendimiento real. Esto es válido, mientras no se modifiquen las tasas de interés de referencia.