Durante el último día del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa se pudo ver cómo Ayrton Viollaz se persignaba y rezaba. Unos días antes, tras el alegato de Hugo Tomei, Luciano Pertossi afirmó: “Le pido a Dios que sea algo bueno para todos”.
Estas actitudes demuestran que los ahora condenados por el asesinato ocurrido a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell tuvieron un acercamiento a la fe cristiana. Según detalla TN, intentarán, por medio de la fe, ser alojados en un pabellón cristiano y tener tranquilidad en el ambiente carcelario.
Tras la sentencia en su contra, los jóvenes volvieron a la Alcaidía de Melchor Romero, donde están presos desde hace tres años. Allí, según le comentaron fuentes cercanas al caso a TN, comenzaron su acercamiento a la Biblia, además de realizar otras actividades como trabajos de huerta y ejercicios.
Contarán con la contención psicológica y cuando ellos lo requieran, podrán recibir al Pastor que los acompañó durante su estadía de la ciudad de La Plata.
Lo que también se sabe es que seguirán juntos en una misma celda hasta que el juez de ejecución penal de la provincia de Buenos Aires que sea designado en la causa decida su futuro. En ese marco, el deseo de los padres de los condenados es que vayan a alguna de las tres unidades de Campana, para poder tenerlos más cerca.