“El lunes 13, a las 19, se llevará a cabo la presentación de la nueva camiseta”. El vicepresidente Carlos Cisneros le confirmó a LA GACETA que el arribo de la marca Kelme a La Ciudadela quedará oficializado en 10 días.
Si bien quedan algunos detalles por pulir, la dirigencia (en conjunto con la marca de origen española) tiene pensado presentar en sociedad los nuevos modelos durante un acto en un hotel (casi con seguridad será uno ubicado enfrente del parque 9 de Julio).
Durante la ceremonia, Kelme dará a conocer la camiseta tradicional, una alternativa, ropa de entrenamiento, concentración y de calle.
Si bien por ahora no se conoció cómo será la nueva “piel” que acompañará al equipo durante la temporada de la Primera Nacional que acaba de comenzar, un vocero de la CD “santa” aseguró que la idea es sencilla. “Queremos que la camiseta de San Martín sea siempre lo más tradicional posible. Por eso, tenemos la idea que el nuevo diseño no varíe demasiado al que el equipo utilizó durante el último tiempo”, explicó.
Tras casi seis años de contrato con KDY (en ese lapso San Martín logró un ascenso desde el Federal A a la Primera Nacional y otro desde la principal categoría de ascenso a la Primera División), la dirigencia firmará el vínculo con la empresa que hasta hace poco tiempo vistió a Colón de Santa Fe (también fue sponsor de Godoy Cruz, Instituto y Platense) y que es la marca que viste actualmente a la Confederación Argentina de Basquetbol.
Si bien la idea era que San Martín debutará en la nueva temporada luciendo la nueva pilcha, los tiempos de producción no dieron y se debió postergar el día del anuncio.
En nuestro país, hay solamente cuatro fábricas que hacen la ropa de casi todas las marcas deportivas. Eso, sumado a que por problemas de importación no ingresan a nuestro territorio los suficientes tejidos y telas, todo se complicó. Por ese motivo, ayer y en el debut como local, el “Santo” seguirá utilizando la camiseta que usó durante la última temporada.
Una vez que la nueva ropa sea presentada, los hinchas podrán adquirirlas en los mismos locales en los que se comercializó la indumentaria “santa” durante los últimos años.