Por Nicolás Sánchez Picón
03 Febrero 2023
EN LA NATURALEZA. Según relata en su propia poesía, la joven amaba admirar los paisajes del mundo.
Lo primero que se escucha del otro lado del teléfono es el suspiro de alivio. Corina Altamirano está muy conmovida. “Es mi hermana”, confirma a LA GACETA. Es que hoy, ella y sus hermanos llegaron a San Juan para el reconocimiento del cuerpo de la andinista encontrada en el Cerro Mercedario la semana pasada. Toda la evidencia apuntaba a que se trataba de su hermana Paty, que en 1981 falleció tras resbalarse en la pared sur de la montaña. Y así es: “ya está, puede descansar en paz”, dice.
Los familiares llegaron por la mañana al Laboratorio y Morgue Judicial de San Juan. Allí fueron recibidos por el fiscal Iván Grassi (que lleva la causa) y por el jefe de la Policía. “Él fiscal nos explicó cómo iba a ser el procedimiento -relata-; cuando entramos (a la sala de reconocimiento) nos fueron presentando las prendas que usaba mi hermana y pudimos reconocer casi todo. Estaban en un estado de deterioro, incluso algunas cosas habían cambiado de color, pero eran suyas”.
El elemento que terminó con todas las dudas -dice Corina- fue un escapulario que su Paty portaba en su ropa. “Estamos tan felices, tan agradecidos a la vida, de poder estar los cuatro hermanos juntos ante esta situación y de poder saber que es ella. No hay dudas; y estamos agradecidos también por el trabajo científico, tan prolijo y tan meticuloso que hicieron los especialistas. Apenas nos empezaron a mostrar todo, supe que era ella”. Corina, aún emocionada, destaca la labor del equipo forense y de toda la justicia. “Todos trabajaron al unísono y de una forma tan respetuosa, tan amorosa y tan humana que nos conmovió”, dice.
El cuerpo de Paty fue rescatado la semana pasada, a 5.500 metros de altura, luego del aviso de un grupo de montañistas que lo encontró. Según los registros de varios grupos de andinistas, el único cuerpo femenino jamás recuperado era el suyo. Es que, cuando falleció, los otros dos integrantes de la expedición (su hermana Corina y el andinista Sergio Bossini) no pudieron cargarlo de regreso a la base. Retornaron, dieron aviso a las autoridades y se intentó retirar el cuerpo, pero ya no estaba allí; había nevado mucho. En diciembre de ese mismo año se realizó otra expedición, pero en el lugar del accidente había una enorme grieta. 40 años después, la historia por fin tiene un final.
Los hermanos de Paty Altamirano.
Lo que sigue
Cuando se rescató el cuerpo, toda la evidencia apuntaba a Paty. Hace unos días (con apoyo del Ministerio Público Fiscal de Tucumán) se le tomó una muestra de ADN al padre de los Altamirano para cotejarlo con el cuerpo hallado. Hoy, además, se tomaron muestras de los hermanos de Paty para “corroborar con mayor fuerza y reafirmar que es ella”.
Luego vendrán las esperadas despedidas. “Ya está. Queda la idea nuestra, que es llevar el cuerpo a Tucumán, para que papá y mamá, y todos sus amigos, la puedan despedir. La idea es cremarla y traer sus cenizas al Mercedario, para que pueda descansar aquí”.
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