“Que sigan dudando los que quieran hacerlo. Cuando otros se lesionan son las víctimas, pero si se trata de mí, entonces estoy fingiendo”, sentenció Novak Djokovic. La declaración del campeón del Abierto de Australia es retrospectiva, se remonta a lo que dijo luego de eliminar en octavos de final del torneo al local Alex de Miñaur. Hace un par de días a Djokovic se le cuestionaba por el vendaje, indicio de lesión, que exhibía en el muslo izquierdo que no iba en consonancia con su buen rendimiento.
Craig Tiley, director del primer Grand Slam del año, con sus declaraciones despejó cualquier duda: “Nole” ganó lesionado la final ante el griego Stefanos Tsitsipas. En el programa SEN Sportday, Tiley especificó que Djokovic tiene un desgarro de tres centímetros en los isquiotibiales de la pierna izquierda. “Se especuló mucho sobre si esto era cierto o no... Es difícil creer que alguien pueda hacer lo que hace con este tipo de lesiones, pero él es extraordinario”, dijo el director del torneo, que el año pasado fue una de las personas más enemistadas con el jugador tras su deportación luego de haber ingresado sin haberse vacunado contra el coronavirus. “Muchos de los problemas que rodean a Novak son porque tiene mala reputación. Al fin y al cabo, no creo que nadie pueda cuestionar su capacidad atlética. Tenía un desgarro; vi los escáneres, los médicos no mienten. Pasó por muchas cosas y ganar 10 veces en Australia, no creo que se repita nunca”, vaticinó Tiley.
El serbio, además de ser el más ganador sobre el cemento de Melbourne Park, igualó con 22 trofeos de Grand Slam el récord que ostentaba el español Rafael Nadal y regresó a lo más alto del ranking.