Miles de mujeres siguen muriendo cada año a causa del cáncer de mama, por no contar con los conocimientos o el acceso pleno al sistema de salud. Un exhaustivo estudio ideado por Pro Mujer y realizado por las prestigiosas expertas Silvina Arrossi, investigadora principal de Conicet, Lucila Szwarc, becaria postdoctoral en la misma institución, y Ana Mazzadi y Agustina Thorne, sociólogas especialistas en la temática, dan cuenta de las barreras educativas, sociales y económicas que impiden a muchas mujeres detectar esta enfermedad a tiempo.
Actualmente, la mayoría de los países de América Latina reportan coberturas menores al 70% en la realización de mamografías (PAHO 2021), el mecanismo más efectivo para lograr un diagnóstico oportuno.
La importancia de la prevención
Como ya ha sido demostrado, el tamizaje mamario es un factor clave para detectar el cáncer de mama a tiempo. Sin embargo, a partir de la investigación realizada, podemos afirmar que un elevado porcentaje de las mujeres latinoamericanas enfrentan obstáculos para acceder a este estudio, así como a las etapas posteriores de diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama. Esas dificultades se vinculan con una variedad de motivos:
⦁ Factores políticos y sociales, como la desigualdad en el acceso a la educación, el empleo y a políticas de protección social y de cobertura de salud.
⦁ Condiciones estructurales relacionadas a la situación socioeconómica de las mujeres, ya que la evidencia muestra que aquellas con bajo nivel económico, sin cobertura de salud, con altos niveles de desempleo y residencia rural tienen menor acceso al tamizaje mamográfico.
⦁ Factores intermediarios que incluyen características personales de las pacientes, tales como la falta de información sobre los beneficios de la mamografía, la percepción de la ausencia de síntomas como ausencia de la enfermedad, la vergüenza y el posible estigma que ésta acarrea, así como la falta de tiempo para chequeos debido la carga de las tareas de cuidado y provisión de ingresos al hogar.
⦁ Limitantes relacionadas con el sistema de salud, especialmente en áreas rurales, ya que no todos los hospitales cuentan con alta disponibilidad de equipamiento mamográfico, o con la inclusión de la mamografía en el marco de un programa organizado.
Al mismo tiempo, a partir de la investigación, las sociólogas concluyen en que para concientizar sobre la importancia de los tamizajes y la detección oportuna del cáncer de mama, será fundamental:
⦁ Incrementar la participación conjunta de entidades gubernamentales y de la sociedad civil para establecer una buena relación y comunicación entre las mujeres y los profesionales del sistema de salud. Una manera de contrarrestar el inadecuado acceso a los servicios sanitarios es a través de la integración de los servicios con instituciones comunitarias u ONGs, como ya lo realiza Pro Mujer.
Al tener una alta incidencia en comunidades rurales, este tipo de instituciones puede aumentar el acceso de las mujeres a la mamografía, mediante la integración de la promoción de la detección oportuna del cáncer de mama en sus actividades cotidianas.
⦁ La creación de políticas públicas que permitan acceder a estudios y tratamientos gratuitos a aquellas mujeres en situación de vulnerabilidad. Una investigación cualitativa realizada en Argentina encontró que las pacientes con diagnóstico de cáncer de mamá mencionaban como un facilitador para la búsqueda de atención el hecho de recibir ayuda económica para el costo del transporte y traslado al hospital.
La misma estrategia podría aplicarse para aumentar la accesibilidad de mujeres al tamizaje mamográfico, como por ejemplo las mujeres rurales, que enfrentan barreras geográficas o de costo de transporte.
⦁ Garantizar una atención adecuada por parte del sistema de salud. En Argentina, mujeres con diagnóstico de cáncer de mama reconocieron a la comunicación médico-paciente personalizada y afectuosa, junto con el buen trato del personal técnico, administrativo y de enfermería, como un mecanismo facilitador para los cuidados y la continuidad del tratamiento.
⦁ Aumentar la comprensión sobre este padecimiento a través del sistema educativo. Un estudio llevado a cabo en escuelas rurales de México mostró que la implementación de programas educativos sobre la enfermedad, dirigidos a jóvenes de zonas rurales, incrementó el conocimiento de las adolescentes acerca del cáncer de mama y promovió la transmisión intergeneracional de conocimiento a sus familiares mujeres.
Reconociendo la necesidad de llevar estas premisas a la realidad, Pro Mujer enfatiza su compromiso con la salud de las latinoamericanas, brindando chequeos gratuitos y liderando campañas de concientización en torno a enfermedades que afectan a la mujer, focalizando en el cáncer de mama en varias de sus iniciativas de diagnóstico, contención, asesoramiento y acompañamiento a mujeres.
Desde sus orígenes en 1990, la organización ya ha brindado 10 millones de servicios de salud a emprendedoras y sus familias, contribuyendo a su calidad de vida. Solo en 2022, brindó 8,547 exámenes mamarios, 6,464 mastografías, 15,300 chatbots sobre la enfermedad y 8,132 consejerías.