A partir de la aparición de Uber en la provincia, muchos tucumanos empezaron a optar por este medio de movilidad, a pesar de ser ilegal y no estar regulado por el Gobierno, en lugar de continuar usando el servicio de taxi.
Julieta Della y María Barrionuevo dijeron que comenzaron a utilizar la aplicación apenas se popularizó en la provincia. Al justificar su elección comentaron que sienten más seguridad en este servicio al poder elegir el chofer, conocer los datos del conductor, tener distintos medios de pago y saber de antemano cuánto será la tarifa a pagar.
Además, dijeron que “en Uber se pueden subir más personas en el auto, a diferencia de un taxi común que lleva un máximo de tres personas. Nosotras solemos movernos en grupo cuando salimos y es un bajón tener que separarnos en dos taxis por una persona; con Uber vamos todas juntas y dividimos el total en cuatro”.
Lucas Pereyra contó que solía volver a casa en taxi cuando salía los fines de semana, pero que en el último tiempo empezó a utilizar Uber porque a la madrugada son más fáciles de conseguir que un vehículo del sistema legal de transporte.
Sustos en controles
Respecto a los controles policiales, Lucas recordó una experiencia vivida hace unos meses: “el año pasado estaba volviendo en un Uber a mi casa alrededor de las 5 de la mañana. Cuando llegó a buscarme, el chofer dijo que me subiera adelante por las dudas, y cerca de la avenida Solano Vera nos paró un control policial. Cuando frenamos el chofer, que ya era un hombre grande, me pidió que por favor me haga pasar por su hijo si nos preguntaban algo, porque si no a él le sacaban el auto y no podía trabajar. Al final no nos preguntaron el vínculo, sólo le pidieron papeles”.
Por su parte, Melisa indicó que ella dejó de usar la aplicación porque tiene un conocido que trabaja con Uber y le comentó que muchos trabajadores forman parte de grupos de WhatsApp o de Facebook donde difunden en qué lugares hay controles para evitar que los pare la policía. “A mí eso no me genera mucha confianza, así que trato de moverme en grupo, o si tengo que hacerlo sola veo si alguna conductora que trabaja en los taxis para mujeres está disponible y programo el viaje”.
Por último, Esteban contó una situación desagradable que vivió con un chofer de Uber hace dos meses. “Estaba yendo a la casa de unos amigos y por la calle San Martín había un control. El chofer vio unos metros antes las luces y dobló rápido en una calle en contramano para esquivarlo. Cuando dobló escuché que un auto le tocó bocina y él empezó a insultar, como si fuera que yo no iba en la parte de atrás. Cuando llegué a mi destino lo denuncié en la App, pero no creo que le hayan hecho algo, la verdad”.