Uno por uno se puso de pie y tomó el micrófono. Algunos lloraron, otros apenas si podían hablar de la emoción. Todos los acusados del crimen de Fernando Báez Sosa terminaron pidiendo disculpas a la familia de la víctima, a las suyas y a todas las personas a las que obligaron a vivir un calvario. Gabriela Sosa, la madre del joven asesinado, fue muy clara después de haberlos escuchado: “la verdad es que me es indiferente, porque ninguno de ellos me miró a la cara. No me conmovieron porque mataron a mi hijo”.
La mujer sorprendió a todos al no estar presentes en los alegatos. “Me descompuse en un momento porque es muy fuerte. Acá la única víctima se llama Fernando José Báez Sosa”, señaló.
”La verdad es que nunca pensé que estaría en este lugar. Siempre pensé que algún día mi hijo se recibiría y estaría viendo cómo él defendería a la gente, pero nunca que estaría presenciando el juicio del asesinato de mi hijo”, añadió la mujer.
Al hacer uso de la palabra, Sosa reconoció un detalle desconocido para todos. “Nunca me atreví a mirar los videos y acá (durante el juicio) los vi reiteradas veces, como miles de veces. Me costó horrores ver la forma cómo asesinaron a mi hijo”, sostuvo mientras era abrazada por su esposo, Silvino Báez.
“Es una angustia que nunca podré olvidar, cuando mi hijo levantaba la mano implorando piedad mientras le seguían dando patada tras patada y tenía esa sensación como madre de tirarme sobre él, de poder ayudarlo para que esas patadas fueran para mí porque yo daría la vida por mi hijo, un hijo bueno, decente, que nunca creyó en la maldad”, declaró.
“No creo en la maldad. Quiero justicia por mi hijo, que paguen lo que hicieron, no le tuvieron piedad para nada, solo deseo justicia”, fueron las últimas palabras que salieron de la boca de la madre de la víctima.
Luego de que Sosa terminara de declarar, el defensor de los acusados Hugo Tomei, comenzó su alegato no sin antes reconocer la situación que acababa de vivir. “Después de escuchar a la señora, no puedo menos que conmoverme. Todo dolor es inmenso y la pérdida de un hijo es una de las peores cosas que le pueden pasar a un ser humano. Tengo que hablar después de la señora y me siento en un plano de inferioridad”.