El no te puedo creer se escuchó en todos lados. Argentina perdió por 3 a1 contra Brasil y su futuro en el Sudamericano pende de un hilo al sumar dos derrotas consecutivas.
La “albiceleste” fue más, mucho más que el eterno rival. Pero le faltaron ideas para conseguir su primer triunfo en el certamen que se disputa en Colombia. En este deporte no hay secretos. Si no estás fino, la pagás. Y eso le sucedió al equipo de Javier Mascherano.
Un dato clave: Argentina tuvo el 63% de la posesión de la pelota. Pero no supo administrar el balón y, mucho menos, plasmar esa diferencia en la red.
El partido comenzó con el seleccionado a toda orquesta. Parecía que se lo comerían crudo al eterno rival. Pero todo quedó en un duro parecer. Brasil jugó de manera inteligente. No se desesperó porque sabía que todas las urgencias eran de su rival.
Claro que nunca se imaginó que, sin transpirar, por tres errores, terminarían siendo dominador en el resultado únicamente. Como pasó con Paraguay, los chicos del Sub 20 cometieron dos groseros errores al perder la pelota donde no se la debe perder. A los ocho y a los 36 del primer tiempo, Biro y Santos marcaron los tantos del triunfo. En el complemento, otra falla derivó en el penal que Roque marcó.
Argentina fue superior en todo, menos en inteligencia y practicidad. Fue un claro dominador, pero nunca pudo llegar a asustar en serio al adversario. Ni siquiera con un penal, ya que el arquero Mycael le atajó el disparo de Gino Infantino que hubiera significado el empate transitorio.
En el complemento, la historia no cambió. Pese al esfuerzo del tucumano Ignacio Maestro Puch (uno de los mejores de la “albiceleste) no hubo claridad para soñar con una épica levantada. El descuento de Maximiliano González quedará sólo reflejado en las estadísticas. Ahora no le quedará otra que ganar los dos próximos encuentros.