1- Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad ubican a todos los acusados en la escena del crimen, antes, durante y después del ataque a Fernando Báez Sosa.
2- A través de las imágenes de video se puede observar que el ataque mortal se registró 45 minutos después de que Báez Sosa salió del boliche. Hizo indica que los acusados estaban esperándolo. Ese es uno de los elementos que utilizan los acusadores para hablar de premeditación.
3- Con las declaraciones de los testigos y el análisis de las cámaras, existen indicios suficientes para determinar quiénes fueron los que agredieron a la víctima -no así quién aplicó el golpe mortal- y quienes fueron los que evitaron que defendieran al estudiante universitario cuando estaba en el suelo.
4- Pericias genéticas confirmaron que la sangre hallada en las prendas de vestir y en una zapatilla de uno de los acusados eran de la víctima.
5- En los videos se puede observar que varios de los acusados golpeaban a la víctima cuando estaba totalmente indefensa. Ese es la razón por la que los acusadores solicitarán que los ocho jóvenes sean condenados por alevosía.
6- Las marcas que tenía Báez Sosa en el cuello eran de la planta de la zapatilla de uno de Máximo Thomsen, que reconoció en una audiencia que eran de su propiedad.
7- Los videos no demuestran que los agresores hayan estado alcoholizados, como varios de ellos plantearon cuando declararon en las audiencias.
8- Los fiscales también descartaron que los imputados hayan estado bajo el efecto del alcohol al analizar los mensajes de textos que se enviaron después que se concretara el ataque. “No tienen ningún error, es muy poco probable que una persona alcoholizada escriba con tanto cuidado. Todos nos hacen pensar que estaban perfectamente lúcidos en el momento de la agresión”, razonó.