Este martes se llevó a cabo la anteúltima jornada de testimonios en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. Si bien la sentencia se daría a conocer el próximo 31 de enero, las declaraciones de testigos y profesionales que atendieron a Fernando aquella madrugada del 18 de enero, complicaron aún más a los ocho rugbistas imputados.
Desde la ruptura de ese “pacto de silencio” que envolvía a los acusados, fueron más los rugbistas sentados en el banquillo de los Tribunales de Dolores los que decidieron hablar. Luego de Luciano Pertossi, quien fue el primero en pedir declarar, le siguieron Máximo Thomsen y Ciro Pertossi.
Durante esta tercera semana de audiencias, quienes declararon fueron familiares y amigos de los imputados. El lunes se presentaron ante el Tribunal amigos cercanos a los acusados y María Paula Cinalli y Rosalía Zárate, madres de Blas Cinalli y Thomsen. Por otra parte, este martes lo hicieron los padres de Benicelli, Comelli y de Ciro y Luciano Pertossi.
Los ocho jóvenes son juzgados por el delito de “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”, y también por “lesiones leves”. A continuación te contamos cómo es la situación de cada uno de los rugbistas.
Máximo Thomsen (23 años)
En varias declaraciones, Máximo Thomsen fue mencionado como agresor directo de Fernando Báez Sosa. El joven que se formó como rugbier en el Arsenal Zárate Rugby está señalado por haberle dado las patadas mortales a la víctima, y los peritos confirmaron que su zapatilla tenía manchas de sangre compatibles con el ADN de Fernando. Es el más complicado en la causa.
Además, debido a la violencia de los golpes,la marca de la suela de sus Cyclone negras quedaron estampadas en la cara y el cuello del joven asesinado. Este lunes, antes de que su madre comenzara su testimonio, Thomsen se quebró y entre lágrimas pidió hablar: pidió disculpas, se ubicó a sí mismo en el lugar de los hechos, tanto en su relato como en videos. No negó haber estado ahí y hasta identificó su calzado.
Luciano Pertossi (21 años)
Fue reconocido por algunos testigos como uno de los agresores, los amigos de Fernando lo identificaron como un segundo atacante del joven estudiante de abogacía y dijeron que golpeó a aquellos que querían acercarse. En las filmaciones se ve presuntamente cuando participa de la golpiza.
Luciano, hermano de Ciro Pertossi y primo de Lucas Pertossi, otros dos imputados, fue el primero de los rugbiers en romper el silencio, sólo para aclarar que no estaba presente en uno de los videos que mostraron del ataque a la víctima. Sin embargo, peritos de la Policía Federal enseñaron un video al Tribunal, que no trascendió en los medios, e individualizaron al rugbista.
Ciro Pertossi (22 años)
El joven de 22 años es otro a los que se le atribuye mayor responsabilidad. En la golpiza fue identificado por otro de los chicos que veraneaban con Báez Sosa como quien lo golpeó "en la espalda y costado". También fue nombrado como quien manifestó en el grupo de WhatsApp que compartía con el resto del grupo: “Chicos, no se cuenta nada de esto a nadie”.
Luego de su hermano Luciano y Thomsen, es el tercer acusado que optó por hablar ante el tribunal. “Esa patada no la doy, cuando me doy cuenta que el chico está en el piso me dreno”, declaró este martes en referencia a un video que mostró la fiscalía donde se lo identifica a metros de la víctima.
“El chico que se ve soy yo (señalando el video del ataque), quiero aclarar que esa patada no la doy, que cuando me doy cuenta que está en el piso me freno”, indicó ante los presentes en la sala.
Sobre el mensaje de voz de Whatsapp, dijo que él se refería a que “no quería que se enteren sus padres que se habían peleado”. Testigos como Guarino reconocieron que se trataba de su voz.
Lucas Pertossi (23 años)
Dos testigos señalaron a Lucas Pertossi como parte del grupo y como atacante de quienes buscaban ayudar a frenar la golpiza contra Báez Sosa. Pablo Gastón Zapata, un vecino de Zárate, lo nombró cuando daba contexto sobre los antecedentes violentos que tenía el grupo de rugbistas.
En ese sentido, indicó que no solo lo golpeó, sino que incluso "le robó la moto". "Lucas Pertossi me pegó una trompada. Yo intenté escapar, me hice una fractura platillo tibial, y al caer de las escaleras me seguía tirando cosas", testificó el hombre.
Enzo Comelli (22 años)
Otro de los imputados apuntados como agresor directo de Fernando. Según los amigos del joven asesinado, fue quien le dio “uno de los primeros golpes y lo dejó arrodillado”.
En la audiencia de este martes 17, su madre, María Alejandra Guillén sostuvo: “Estamos devastados desde ese momento. Nos cambió la vida a todos, es una agonía constante, no podés salir a la calle", en sintonía a lo manifestado por otros padres de los imputados.
La psicóloga forense a cargo de las pericias reveló que estaban nerviosos y se refirió a los gestos de los acusados, apuntando especialmente contra Comelli. “Estaban nerviosos, tenían temblores de los nervios y una disyuntiva al hablar. Comelli sacudía las rodillas”.
Matías Benicelli (23 años)
El quinto rugbista señalado como agresor directo fue Benicelli, aunque en su caso no fue mencionado por su nombre. En una de las audiencias, el jefe de seguridad de "Le Brique" lo describió como "uno con rodete" que "le pegó una patada en la cabeza" a Fernando antes de que dejara de moverse en el suelo.
También fue identificado entre los agresores de los amigos que trataban de defenderlo. Por otro lado, los resultados de los peritajes de ADN detectaron rastros de sangre de la víctima en al menos siete prendas secuestradas a los acusados, entre ellas una camisa de Benicelli.
Héctor Eduardo Benicelli, padre de Matías, también declaró en el juicio y contó que tiene "mucho dolor y mucha angustia", al mismo tiempo que juró que su hijo "no salió con la intención de matar" a nadie.
Ayrton Viollaz (23 años)
Viollaz fue reconocido como parte del grupo, sin detallar su rol, por el comisario Jorge Stavrakis, al visualizar uno de los videos de la causa en su declaración. Con el paso de las audiencias, su nombre no fue mencionado como el de un "agresor directo" pero sí fue ubicado en la escena de la agresión y varios testigos dijeron que estaba "arengando" a sus amigos y uno afirmó que golpeó a un amigo de Fernando para evitar que lo ayuden.
“Se lo observa cerca de todo lo sucedido y está al lado de Máximo Thomsen en el momento que éste le aplica un puntapié en la cabeza cuando ya estaba inmóvil en el piso”, asegura el informe final de la Fiscalía.
Por otro lado, Viollaz no figura en los chats y audios que aparecieron como prueba tras las pericias técnicas realizadas a los celulares de los rugbistas.
Blas Cinalli (23 años)
El único acusado que no fue mencionado en los momentos iniciales del juicio con una participación activa en el hecho fue Cinalli. Pero una pericia detallada por un forense del Ministerio Público Fiscal reveló que había rastros de ADN compatibles con su perfil genético en el dedo meñique de la mano izquierda de Fernando.
El joven fue señalado además como el autor de una serie de mensajes de WhatsApp que se referían al ataque frente al boliche Le Brique y al fallecimiento de Fernando. Su situación también se complicó tras las declaraciones de Guarino, Alejo Milanesi -el otro rugbista sobreseído-, Colazo y dos de sus amigos: José Leguiza y Santino Massagli.
"Me dijo que tuvieron una pelea y que se había ido un chico sin signos vitales", reveló este último ante los jueces. Tanto Massagli como Leguiza eran parte del grupo de WhatsApp en donde se intercambiaron mensajes los acusados en la madrugada de aquel 18 de enero de 2020.