Luciano Pertossi, uno de los ocho acusados por el crimen de Fernado Báez Sosa, fue el protagonista de la novena jornada del juicio que se sigue en Dolores, cuando levantó la mano y pidió palabra ante el Tribunal.
El imputad lo hizo durante la exhibición de un video del momento de la golpiza fatal del 18 de enero de 2020. Se limitó a decir que "yo no estaba ahí" y no quiso responder preguntas.
Fue la primera vez, en casi tres años, que uno de los rugbiers habló públicamente, a excepción de la audiencia de febrero de 2020, cuando Blas Cinalli, otro de los procesados, dijo ante un juez de Garantías: "Yo lo único que quiero decir es que ninguno de nosotros quiso que pase todo lo que pasó".
Pertossi es el menor del grupo. Tiene 21 años, y tenía 18 al momento del homicidio. Es hermano de Ciro Pertossi y primo de Lucas Pertossi, también de Blas Cinalli, tres de los otros acusados por crimen. Su hermana Emilia es abogada y forma parte del equipo jurídico que los defiende, encabezado por Hugo Tomei.
Los testigos lo mencionaron como uno de los que golpeó a la víctima y aparece en las filmaciones de la tunda como uno de los atacantes. Uno de los amigos de Báez Sosa aseguró que Pertossi fue quien le dio la última patada y que antes impidió que se acercaran a ayudar al joven asesinado.
Antes del asesinato, Pertossi jugaba el rugby en el Club Náutico Arsenal Zárate, junto a varios de los procesados.