Volvió el fútbol. Volvió Lionel Messi. Y no es que Paris Saint Germain ande precisamente escaso de talento, pero con el 30 en la cancha es otra cosa. Hay un elemento distintivo, un plus de excelencia que llena los ojos y el corazón, incluso de quienes deben sufrirlo como rival. Porque es imposible no rendirse a la grandeza del Rey del Fútbol. Sí, habrá quienes se resistan a aceptarlo y se empeñen en relativizar sus logros, incluso ahora que ha ganado el único gran título que le faltaba, pero qué más da. Ellos se lo pierden.
“Un regreso de primera clase”, definió el diario Le Parisien a la vuelta de Messi. Y vaya que lo fue: ni los festejos por el título del mundo ni sus merecidas vacaciones en Argentina le bajaron las revoluciones al crack, que volvió en el mismo nivel que había mostrado hasta el último minuto en Qatar. Y eso que ni siquiera tuvo el homenaje que se merecía.
Con Kylian Mbappé y Achraf Hakimi de licencia, Lionel tomó la batuta y junto a su amigo Neymar montó una función en el partido contra Angers, correspondiente a la fecha 18 de la Liga 1. Velocidad, precisión, gambeta y todo su repertorio de virtudes estuvieron al servicio de PSG, que comenzó ganando casi desde el vestuario con un gol de Hugo Ekitike. Le costó llegar al segundo, pero lo hizo con un golazo que tuvo a Messi como eje y definidor de una jugada que se articuló en 33 pases. Una obra maestra que el rosarino definió con la derecha, su pierna inhábil. Hubo un paréntesis de suspenso, por una supuesta posición adelantada, pero el VAR (tantas veces villano) confirmó la licitud del gol.
Si algo le faltó al partido de Lionel para ser completo fue una asistencia. Estuvo a punto de tenerla, con un gran pase para Neymar que el brasileño definió de zurda, pero esta vez el offside fue claro.
Con el triunfo, PSG reforzó su liderazgo en la Liga, con seis puntos de ventaja sobre Lens, aunque el verdadero objetivo es la Champions League, esa que se le escapó en la final de 2020.
Si bien no hubo homenaje para Messi, los hinchas lo recibieron con aplausos. “Me alegra que lo hayan recibido así. Sin dudas, eso le llena el corazón. Leo se ha recuperado bien, está tranquilo, liviano y en un gran estado físico. El equipo sin él es una cosa, con él es otra. Se sentía bien físicamente y para él era importante volver a jugar, así como para el equipo era importante volver a contar con él”, lo elogió el DT Christopher Galtier.
Con el de ayer, Messi ya suma 14 goles en sus últimos 14 partidos (contando la Selección y PSG). A eso se le suman ocho asistencias. Números que dan cuenta del altísimo nivel que mantiene a sus 35 años, y que hacen pensar en que -ojalá- todavía hay Messi para rato.
¿Futuro en Arabia?
Si bien en los últimos días se habló sobre la renovación de Messi con PSG por otra temporada, muchos especulan sobre cuál será su futuro. Si volverá en algún momento a Barcelona, o si apostará por un futuro más tranquilo en la MLS (EEUU), o incluso una despedida simbólica en Newell’s, el club de sus orígenes. Sin embargo, hay quien ubica el futuro de Lionel en el fútbol árabe, al igual que Cristiano Ronaldo: Nasser Al Attiyah, piloto multicampeón del Rally Dakar y primo del dueño del PSG, el qatarí Nasser Al-Khelaïfi.
““Por lo que veo ahora, también por el Al-Nassr, que fichó a Cristiano Ronaldo con una millonada de locura, estoy seguro de que Messi, en unos meses será fichado por un club de Arabia Saudita. Y puedo decir en qué equipo: Estoy seguro de que llegará al Al-Hilal”, adelantó el “Príncipe” en una entrevista con el diario español Mundo Deportivo.“Es difícil que Messi vuelva a Barcelona. PSG tiene una economía muy fuerte, tiene un buen balance y un plan muy claro”.