El martes, el vicegobernador -a cargo del Poder Ejecutivo-, Osvaldo Jaldo, había anunciado que el lunes se entregarán 115 viviendas en Manantial Sur, recuperadas mediante el programa nacional “Reconstruir”. Según había afirmado el mandatario, hasta la fecha se habían dado 516 unidades, por lo cual la semana que viene se alcanzarán las 641 viviendas. Sin embargo, en la página oficial de la Secretaría de Comunicación Pública, solo se anunció la entrega, durante el año pasado, de 374 entregas. ¿Por qué la diferencia? Nora Belloni, interventora del Instituto Provincial de la Vivienda y Desarrollo Urbano (Ipvdudu) lo precisó a LA GACETA.
“Es verdad que solo hicimos dos actos formales en Manantial, pero acá seguimos entregando, hicimos entregas parciales”, explicó Belloni. A esas dos entregas hechas durante su gestión, hay que sumarle una tercera, que fue realizada el 9 de julio, con la presencia del presidente, Alberto Fernández, cuando Stella Maris Córdoba ocupaba el cargo de ingterventora del organismo.
Belloni remarcó que esas entregas parciales, que fueron aproximadamente de 30 a 40 casas, se dieron a raíz de una cuestión de seguridad. “Los mismos días que se terminan las obras, se dan robos de calefones, cocinas. Entonces, las empresas nos piden entregar la vivienda, y que sean los propios beneficiarios los custodios”, dijo la arquitecta, que agregó que, cuando se llega a una cantidad importante de viviendas, sí se las entrega con actos de por medio, con presencias de autoridades. “Las que entregamos acá las armamos en un solo paquete en el acto, por eso creo que es la confusión”, subrayó.
Del total de 952 viviendas que incluye el programa, que apunta a recuperar obras que fueron paralizadas durante el gobierno anterior (muchas de ellas vandalizadas), todavía restan por entregar 436, cuando en principio, el totalidad de las unidades iban a entregarse antes del cierre del 2022.
Según Belloni, son varios los factores que provocaron demoras en las obras. Una de esas razones es, justamente, los hechos de inseguridad, que generaron que el estado de las viviendas empeore luego del primer relevamiento, que se hizo en diciembre de 2021. Por lo que contó, se registraron robos de cocinas, calefones, e incluso de hasta techos. “Cuando las obras se iniciaron, entre junio y agosto, ya habían sufrido más vandalización, o sea que el presupuesto que primeramente contemplaba terminarlas no alcanzaba”, señaló la interventora.
Teniendo eso en cuenta, Belloni reveló que el Ipvdu, con fondos propios, reconocerá la diferencia de dinero existente entre el primer presupuesto asignado a las empresas, en diciembre de 2021, y el estado actual de las viviendas, luego de que su estado haya empeorado. Para constatar esto, se realizaron nuevos relevamientos, con inspectores propios del ente provincial. Esta ayuda, aclaró, se aplicará a las viviendas que se encuentran actualmente en obras, con el objetivo de que las mismas puedan finalizarse. “Nos asesoramos en la parte legal del instituto, y lo podemos hacer con fondos nuestros”, dijo la arquitecta.
Pero además, hubo otras cuestiones que alimentaron los retrasos. Belloni manifestó que el plazo estipulado desde Nación, que era de cuatro meses, fue generalizado para las distintas obras, indistintamente de la cantidad de viviendas que cada una incluyera. Entonces, una obra de 30 viviendas tenía el mismo lapso que una de 130. “Esa fue otra problemática que causó que las unidades no se puedan entregar en tiempo y forma”, recalcó. También reconoció que hay un leve retraso en el envío de fondos por parte de Nación, pero afirmó que el Ministerio de Economía se comprometió a regularizar la situación.
De las 321 viviendas que restarán entregar luego del acto del próximo lunes, 158 están entre un 60 y un 70% de ejecución de obras, según Belloni, y podrían entregarse dentro de los próximos 45 días, adelantó la interventora. En las restantes 163, los trabajos todavía no comenzaron, porque hubo problemas con dos empresas que tenían a su cargo la construcción: ICM, que debía encargarse de 54 unidades, desapareció, y la empresa INAR, que tenía que a su cargo 33 viviendas, decidió retirarse.
INAR cederá su parte a otra empresa, proceso que está en trámite, mientras que el lugar de ICM será ocupado por otra de las empresas que ya intervino en las obras de Manantial Sur, y que será contratada por contratación directa, algo que también ya está en proceso, y que según Belloni, está permitido por ley, al haberse perdido el constructor original. Una vez que terminen esos procesos administrativos en curso, se comenzará con los trabajos, y no solo en estas 77 viviendas, sino en otras 76, que no pudieron comenzar aún por pertenecer al mismo sector que las de INAR, explicó Belloni. Todas las demoras, aclaró la funcionaria, están justificadas a Nación, y fueron aprobadas.
Según las estimaciones del Ipvdu, los trabajos podrían comenzar entre febrero y marzo, y el plazo de obras es de 4 meses, por lo que apuntan a entregar la totalidad de las viviendas contempladas en el plan Reconstruir aproximadamente a mitad de año.
(Producción periodística: Joel Katz)