La historia de nuestros antepasados está más viva que nunca en Tafí Viejo

La historia de nuestros antepasados está más viva que nunca en Tafí Viejo

Una de las visitas obligadas este verano es, sin duda, el Centro de Interpretación Arqueológica Thaaui, en la hostería Atahualpa Yupanqui.

ESPECIALISTA. Guillermo Ortiz está al frente del museo en Tafí Viejo. ESPECIALISTA. Guillermo Ortiz está al frente del museo en Tafí Viejo.

Vivieron antes que nosotros en estos paisajes; comieron de las mismas plantas con cuyas semillas hoy nos alimentamos, pisaron el mismo suelo y soñaron con un futuro próspero, tal cual lo hacemos. Pero por diferentes razones, su cultura se diluyó; y al no ser pueblos de escritura, toda su historia quedó en un inicial olvido. Permaneció enterrada, resguardada y custodiada por la tierra. Hasta que un día empezó a resurgir. Ahora podemos conocer y aprender sobre ellos, a pocos kilómetros de la ciudad.

Nos referimos, puntualmente, a los primitivos habitantes de lo que ahora conocemos como Tafí Viejo. Y podemos saber más de su vida gracias al Centro de Interpretación Arqueológica Thaaui (ubicado en la hostería Atahualpa Yupanqui, Paysandú al 2.400). Allí se preservan cerca de 60 piezas de la cultura Candelaria, entre artículos de cerámica, piedras talladas y elementos de caza (lanzas, cuchillos, puntas de proyectiles). ¿Y lo mejor de todo? El inventario crece día a día gracias al aporte de los vecinos y a nuevas excavaciones.

El museo empezó por casualidad, en realidad. En 2017, mientras se excavaba en la Policlínica Municipal para hacer una entrada para ambulancias, apareció una gran vasija que contenía tres cuerpos, fragmentos óseos de un camélido y artefactos hechos de hueso de ave, que se utilizaban para el consumo de sustancias alucinógenas. Con el tiempo y con las investigaciones pertinentes, se llegó a la conclusión de que uno de ellos era un chamán. Bautizado como Ishma, habitó este suelo hace cerca de 2.180 años. “Todo el museo se creó alrededor de ese descubrimiento, y luego los vecinos empezaron a hacernos llegar más cosas”, cuenta a LA GACETA el arqueólogo Guillermo Ortíz, a cargo del museo. Ese fue sólo el principio.

Casualidad o causalidad

Explica el experto que siempre han salido a la luz este tipo de restos arqueológicos, pero hasta hace poco no existía un lugar para reunirlos. Quienes los encontraban, los conservaban en casa. Hay otra cuestión: en la zona pedemontana no se ha investigado tanto como los Valles. “Los hallazgos son de la cultura Candelaria y de la Tafí. Y todo esto (las apariciones) es porque los pueblos que habitaron estas tierras vivían en la zona de las Yungas y en el Valle. Por eso hay un Tafí Viejo y un Tafí del Valle. Arriba se criaban llamas y se cultivaba cosas que abajo no; aquí había tapires y otros animales, y hongos, por ejemplo. Cuando empezaba el calor se iban para arriba y después en el invierno bajaban”, indica.

CONTENIDO ON LINE. Hay enlaces para conocer la cultura Candelaria. CONTENIDO ON LINE. Hay enlaces para conocer la cultura Candelaria.

Eso explica por qué la colección sigue en aumento. Y las excavaciones son hasta en los lugares más peculiares: en 2018, por ejemplo, se recuperaron del Balneario la Toma (donde actualmente se está trabajando) y de forma casual seis vasijas de diferentes tamaños, también al estilo Candelaria; dos de ellas tenían jarras con modelados zoo y antropomorfos y contenían un molar humano. Según la técnica carbono 14, tienen una antigüedad de 3.000 años. “Son las más antiguas que hay en el país -destaca-; creemos que tienen que ver con rituales de paso; así como el catolicismo tiene sus ritos, como el bautismo o la comunión, es probable que estas vasijas hayan pertenecido a otros similares. Una de ellas, incluso, se parece a una mujer embarazada con tatuajes”.

Casualidad o causalidad, luego del primer descubrimiento hubo más. En 2020 un albañil que construía un baño halló una figura lítica (piedra) con rasgos antropozoomorfos. Pesa siete kilos, es de piedra granítica (se supone que fue traída de los Valles Calchaquíes) y está exhibida como una de las joyas del centro. Dato importante: tiene cerca de 2.000 años de antigüedad. Por supuesto, su valor es incalculable.

Una buena opción

Cada vez más, la historia de los pueblos que habitaron los mismos espacios que nosotros, está más cerca. De hecho, las excavaciones siguen, así que se espera que la colección siga aumentando. Justaente, el viernes pasado -con Ortiz a la cabeza- inició una nueva excavación para retirar del suelo algunos vestigios más de la cultura Candelaria. Hoy finalizarán las tareas y lo recogido será llevado al centro.

La historia de nuestros antepasados está más viva que nunca en Tafí Viejo

Con más información, hay más posibilidades de reconstruir los modos de vida de todos esos antecesores; de esa manera, su historia pasada podrá ser también presente y futuro. El Centro Thaaui estará abierto todo el verano para los visitantes: la entrada es gratuita y el espacio atiende de lunes a domingo, de 9 a 21. Chamanes que curan, rituales que auguran buenas cosechas, batracios que ruegan por la lluvia y muertos que trascienden el tiempo son sólo algunas de las costumbres que se pueden apreciar en el recorrido científico. La visita está organizada para ser disfrutada por toda la familia y hay elementos audiovisuales y con tecnologías 3D para hacer aún más entretenido y dinámica el trayecto.

Y eso no es todo, este verano, el museo (donde también funciona un laboratorio en el que se reconstruyen las piezas que llegan) dictará un taller para aficionados de la arqueología, sin límite de edad y para todo público. Quien desee participar, podrá vivir la experiencia de ser arqueólogo por un día. Se llevará a cabo en dos ocasiones: los próximos miércoles 18 y 25 de este mes, desde las 9. Los interesados deben comunicarse al 3814542661 para inscribirse, ya que los cupos son limitados.

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