En la segunda semana del juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa en la puerta de un boliche en Villa Gesell, los ocho rugbiers imputados mostraron sus rostros sin barbijos. Se mantienen sin dar ni una mínima señal de arrepentimiento ante los crutos relatos de los testigos, que además los complican cada vez más.
En las primera audiencias, los amigos de Fernando Báez Sosa declaron con lujo de detalles como fue el brutal ataqueal joven de 18 años. Relataron que Máximo Thomsen, uno de los acusados, le pegó patadas en la cabeza con saña y con intención de matarlo.
Otro de los testimonios que complicó a Thomsen fue el de Tomás Bidonde, un joven que la noche del crimen estaba en Le Brique, y que se convirtió en testigo presencial del hecho.
“Le pegó patadas en la cabeza al chico que después falleció”, dijo y destacó la “agresividad” de los golpes a los que describió como “puntinazos”.
En este contexto, sorprendieron esta mañana las declaraciones de un hombre particularmente cercano a los acusados.
“Me da mucha lástima todo lo que pasó, principalmente por la familia de Fernando, y mucha tristeza de todo lo que la gente está hablando. La mayoría de lo que hablan es mentira. Por ejemplo, que son hijos del poder porque son familias muy humildes. Lástima que se haya hecho tan mediático esto”, señaló Bernardo Sitges, fundador del Club Náutico Arsenal Zárate Rugby Club, donde jugaron varios de los acusados.
Sitges no solo conoce a los acusados sino que mantiene una relación estrecha con los familiares de Máximo Thomsen, Ciro Pertossi y Enzo Comelli.
“Lamentablemente peleas hubo, hay y va a seguir habiendo. Fue totalmente un accidente”, aseveró Sitges en una entrevista con Ernesto Tenembaum en Radio Con Vos.
“Es una barbaridad lo que dicen. No es un grupo que salió a matar, que estuvo organizado. Es una payasada total que no comparto, nadie puede compartir eso. No quiero que lo saquen de contexto. Me parece horrible que se peleen dos personas, pero lamentablemente pasa”, se sinceró Sitges.