A partir de la disposición de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario, que determina el pago de un bono extraordinario de $ 26.000 para los empleados rurales, las empresas citrícolas expresaron su rechazo y advirtieron posibles acciones administrativas y judiciales. En paralelo, los trabajadores cuestionaron la decisión del sector privado y también consideraron implementar medidas de fuerza por incumplimiento.
Además, el extra anunciado se sumará al bono de $ 24.000 dispuesto en diciembre por la Nación destinado a los trabajadores del sector privado.
Los empleadores
La Asociación Citrícola del Noroeste Argentino (Acnoa) comunicó su desacuerdo con ambos bonos, contemplados en el decreto 841/22 y la Resolución (CNTA) 230. Según la entidad privada, se trata de medidas que fueron definidas de manera unilateral, sin ninguna participación de los sectores privados.
Manifestó que significaba “un claro desconocimiento de las disposiciones constitucionales”, que “alteraba el esquema de la legislación laboral vigente” y que “no se corresponden con la situación económica y financiera que afronta”.
La empresa fundamentó esta posición al remarcar la Emergencia Agropecuaria por un año, ratificada por el Gobierno de Tucumán a través de la Ley 9.614 (el 5 de octubre de 2022) “para las actividades de producción de limón y productos industriales, como así también para los viveros cítricos, sin perjuicio de los reclamos en los más altos niveles de la Nación, sin respuesta a la fecha”.
“La actividad citrícola emplea en forma directa e indirecta más de 100.000 puestos de trabajo por año, que representan para las provincias de Catamarca, Jujuy, Salta y Tucumán unos 500.000 argentinos, cuyos ingresos provienen en un 95% de las exportaciones de fruta fresca (básicamente limón) y sus productos industriales”, indicó.
Acnoa representa a más del 90% de productores, industriales, viveristas y empacadores de cítricos de Catamarca, de Jujuy, de Salta y de Tucumán. La Asociación argumentó que en los últimos cuatro años, la agroindustria ha sobrellevado “quebrantos económicos en general” y que en 2022 se registraron “situaciones graves que resultaron -más allá de dificultades de rentabilidad- en el desperdicio de más de 300.000 toneladas de fruta, lo cual dejó al margen de la cadena a productores de extensa trayectoria en la región”.
Explicó que el escenario se vio ampliamente agravado por la erradicación forzosa a fines del año pasado de más de 6.500 hectáreas de limón (12% sobre la superficie total) por su baja productividad, lo cual determina “la imposibilidad de afrontar costos de explotación para 2023 de otro sinnúmero de hectáreas, con la pérdida de numerosos puestos de trabajo”, señaló.
De esa manera Acnoa justifica la imposibilidad de afrontar el pago del bono extraordinario. “Por ello, manifestamos la imposibilidad material de cumplimiento de nuestro sector a las resoluciones y la adhesión explícita a los reclamos que las diferentes entidades empresarias que nos representan efectúan en la mesa de enlace de la CNTA en contra de estas medidas”, dijo. Agregó: “nuestros asociados se reservan sus derechos de oponerse administrativa y judicialmente al contenido de estas resoluciones”.
Los empleados
Por su parte, los trabajadores rurales se mostraron disconformes ante la declaración de Acnoa. El titular de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), Germán Ferrari, afirmó que los citrícolas están desconociendo un Decreto presidencial y reclamó a Acnoa que cumpla con la cláusula de revisión por inflación que estaba prevista para octubre pasado, según lo establecía el acuerdo salarial de 2022.
“Las partes nos comprometíamos a juntarnos para reabrir las paritarias por la inflación. Ya hicimos presentaciones ante el Ministerio de Trabaja nacional y la propia Acnoa. Hasta la fecha, la Asociación hace caso omiso, lo que es una falta de respeto hacia la Uatre”, apuntó.
Ferrari se refirió al comunicado compartido por la Asociación y dijo: “están planteando que el sector está mal. Si eso es así, los trabajadores están mucho peor. El hilo más delgado es siempre el empleado”.
Además de poner en duda el inicio de la cosecha de este año, advirtió que se analizarán medidas de fuerza en caso de que los empresarios citrícolas “mantengan su rechazo y no cumplan con las resoluciones oficiales, como también con la reapertura de la negociación salarial”.
Por su parte, Ricardo Ferreira, secretario general de la seccional 785 de El Chañar y miembro paritario titular de Uatre, aclaró que los empresarios “no habían concretado ningún pago de los bonos”.
“El bono está dirigido al personal que tiene relación de dependencia, en el caso nuestro, los trabajadores en actividad: en empaque, cosecha, administración, todos los que tengan que ver con la actividad”, dijo. Coincidió con Ferrari al asegurar que los citrícolas “no se habían sentado a actualizar la escala salarial” y demandó la reapertura de la mesa de discusión.
“Rechazan las medidas, pero nunca se sentaron con nuestros paritarios. Unilateralmente, presentan su rechazo. Nuestro descargo es que estamos en condiciones de cobrar el bono”, cerró Ferreira.