Una mirada a Pelé desde la literatura

Una mirada a Pelé desde la literatura

Fue la primera estrella mundial que tuvo el fútbol. Llevó a Brasil a lo más alto en mundiales; fue la bandera de lo que se conoce como el resurgimiento tras El Maracanazo, en el Mundial del 50. La literatura no fue ajena al encanto que emanó. Escritores de todo el mundo se dejaron llevar por su belleza

08 Enero 2023

Edson Arantes Do Nascimento, conocido como Pelé, falleció el 29 de diciembre, a los 82 años. Padecía cáncer de colon. Lo apodaban O Rei. Los más veteranos dicen que no hubo otro como él. Quienes además vieron a Diego Maradona agregan que fue quien le quitó el reinado e incluso lo superó. Lo cierto es que la comparación sólo sirve a manera de explicar cuán grandes eran como futbolistas

Pier Paolo Pasolini fue admirador de aquel fútbol que jugó Brasil desde fines de los 50 hasta los 70. “Un fútbol poético: está basado totalmente en el regate y en el gol”, escribió en su libro Sobre el deporte, de la editorial española Contra, en el que se reúnen textos escritos entre 1957 y 1971, publicados en diversos medios.

El periodista argentino Luis Vinker contó a Pelé desde una mirada original: sus partidos en la Argentina. Su libro es Pelé en celeste y blanco (Ediciones Al arco). “Personajes como Cassius Clay y Pelé fueron los que llevaron en los 60 al deporte hacia una nueva dimensión popular en todo el mundo. Clay quedó envuelto en las luchas de su época y sufrió persecución, Pelé se limitó al fútbol. Y demasiado hizo allí”, escribe Vinker en las primeras de las 158 páginas.

Vinker recuerda el emblemático Racing- Santos, del 28 de septiembre de 1961, en cancha de Huracán. Amistoso para el que se vendieron 43.000 entradas. “Fue la mayor ovación que recibí en mi vida (...) El público se puso de pie y me ovacionó durante diez minutos”, le recordó años después Pelé al periodista Pedro Uzquiza. “Fútbol para los dioses”, tituló El Gráfico.

El Santos de Pelé visitó a Boca en la final de la Libertadores de 1963. Los brasileños ganaron como locales en la ida 3 a 2 y en la revancha en La Bombonera 2 a 1. Al año siguiente, Independiente goleó al Santos 5 a 1 en un partido para inaugurar la iluminación de la Doble Visera. También hubo cruce en Libertadores. El Santos jugó con River, con Colón de Santa Fe, con Talleres de Córdoba, con Rosario Central, con los platenses Gimnasia y Estudiantes, con Huracán y con un combinado marplatense, otro mendocino y otro de Tucumán. También se da cuenta de un 1 a 1 con Sarmiento de Resistencia, Chaco.

“No hay otro más que Pelé”, se cita a Osvaldo Ardizzone. Y Juvenal: “Estando Pelé en una cancha siempre habrá algo para ver, admirar, celebrar, emocionarse o agradecer”. César Luis Menotti dice que Pelé es “un extraterrestre, el futbolista ideal, el que tenía todo”.

Una anécdota imperdible sobre Pelé es contada por el periodista mendocino Rolando López en su biografía El boxeador que sonreía demasiado, sobre Alejandro Lavorante. El ex presidente de Godoy Cruz, Ángel Antonio Rodríguez, personaje de las noches, se inclinó por el esoterismo y se consideraba dueño de poderes curativos, según el autor del libro.

En un viaje a Porto Alegre se hospedó en el mismo hotel que el plantel del Santos. Al cruzarse con Pelé, lesionado, le habló de sus condiciones y le ofreció curarlo. El jugador aceptó. Rodríguez usó sus supuestos poderes y le dijo que en 20 días iba a estar curado. Pasado ese tiempo Pelé lo llamó para agradecerle y decirle que ya no tenía aquella lesión. A cambio, Pelé aceptó ir a Mendoza a jugar un amistoso con sus compañeros del Santos.

“El 1º de marzo de 1964, el Santos de Brasil -el equipo más poderoso del planeta y que tenía preparada una gira por Argentina que no incluía Mendoza- se presentó en el Estadio Feliciano Gambarte para jugar un amistoso contra Godoy Cruz reforzado. Por el partido, los brasileños no cobraron más que el traslado y el hospedaje. El juego terminó 3 a 2 a favor del Santos. Pocos sabían -y saben- que ese encuentro pudo hacerse por el gesto de agradecimiento que Pelé tuvo para con Rodríguez”, cuenta López.

Referencia de periodistas deportivos, Dante Panzeri contó a Pelé así: “No creemos que alguna vez se haya producido un futbolista más completo y tan poco imperfecto como Pelé. Por primera vez, ante un virtuoso de su tipo, estamos en la duda de qué maneja mejor: la pelota o el cuerpo”. Publicó el texto en el diario El Día, de La Plata, el 30 de abril de 1963. Nos lo recuerda el periodista Matías Bauso en su Dante Panzeri - Dirigentes, decencia y wines, donde reúne textos emblemáticos panzerianos. Hay más referencias a Pelé.

Pelé tiene críticos feroces cuando se lo compara con otro gran jugador de su época, Garrincha. Donde más se lee al respecto es en Estrella solitaria, la excepcional biografía sobre Garrincha escrita por el brasileño Ruy Castro. “Las diferencias entre Pelé y Garrincha empezaban a acentuarse”, escribe Castro. Se dice que Pelé se acomodaba con poderosos y vivía de los sponsors; y que Garrincha caía en la indigencia. En lo que se hace hincapié es en la poca ayuda que le brindó Pelé, con quien compartió seleccionado. Otros, en cambio, dicen que Pelé le ofreció ayudas que Garrincha no aceptó.

Momentos inmortales

Bien rioplatense, el uruguayo Eduardo Galeano describió a Pelé con belleza. “Cuando Pelé iba a la carrera, pasaba a través de los rivales como un cuchillo. Cuando se detenía, los rivales se perdían en los laberintos que sus piernas dibujaban. Cuando saltaba, subía en el aire como si el aire fuera una escalera. Cuando ejecutaba un tiro libre, rivales que formaban la barrera querían ponerse al revés, a la meta, para no perderse el golazo”, escribe en su clásico El fútbol a sol y sombra (Editorial Siglo XXI). “Pero quienes tuvimos la oportunidad de verlo jugar hemos recibido ofrendas de rara belleza: momentos esos tan dignos de inmortalidad que nos permiten creer que la inmortalidad existe”, remata entre otros textos.

Galeano también lo cuenta desde sus crónicas periodísticas. Como la que escribió en 1963 para la revista Marcha. Se titula Pelé y los suburbios de Pelé. Genial texto sobre las 24 horas que le llevó acceder al jugador cuando, en su mejor momento, visitó Uruguay. El texto aparece en su libro Nosotros decimos no (Siglo XXI). Pepe El Gordo, su manager español, es protagonista de la crónica. Es a través de él que Galeano cuenta a Pelé. Y anota: “Dios en el cielo, y Pelé en la tierra”, como le dice Pepe el Gordo.

© LA GACETA

Alejandro Duchini – Periodista. Su último libro es Mi Diego.

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