Brasil volvió a adherir al Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular consensuado en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La salida del país vecino del pacto migratorio había sido una de las primeras decisiones de política exterior adoptadas en enero de 2019 por la administración de Jair Bolsonaro, en línea con sus críticas a lo que él y sus seguidores han denominado "globalismo".
El Pacto Mundial para la Migración, adoptado por la Asamblea General de la ONU en 2018 por un total de 152 países, establece parámetros para la gestión de los flujos migratorios.
"El documento contiene compromisos ya contemplados en la Ley de Migración brasileña, considerada una de las más avanzadas del mundo, como garantizar el acceso de los migrantes a los servicios básicos", señaló la Cancillería en el comunicado.
La reincorporación del país al Pacto "refuerza el compromiso del gobierno brasileño de proteger y promover los derechos de más de 4 millones de brasileños que viven en el extranjero", agregó el documento.